Checos critican la tergiversación de la historia moderna

Andrej Vlasov / Iván Kónev

Unas dos terceras partes de los ciudadanos checos no están de acuerdo con que se eliminen algunos monumentos de personalidades del periodo de la Segunda Guerra Mundial. Lo reveló una reciente encuesta realizada para la Radio Checa por la agencia Median.

Monumento al mariscal ruso Iván Kónev | Foto: Šjů,  Wikimedia Commons,  CC BY-SA 3.0

Más de la mitad de los checos están convencidos de que algunos círculos en la República Checa intentan tergiversar la historia moderna. Esta opinión se basa en algunos sucesos que el año pasado provocaron arduos debates en la sociedad checa. Uno fue la intención de la Alcaldía de Praga 6 de eliminar de la Plaza de las Interbrigadas el monumento al mariscal ruso Iván Kónev, quien en 1945 encabezó las tropas soviéticas que ayudaron en la liberación de Praga.

Ejército de Vlásov,  foto: Bundesarchiv,  CC BY-SA 3.0
Los simpatizantes y los adversarios de Kónev se juntaron varias veces al pie del monumento, atacándose verbalmente unos a otros. Los adversarios del mariscal soviético insisten en que fue una personalidad discutible, ya que en el año 1956 dirigió el aplastamiento brutal de la Revolución húngara.

Hace algún tiempo, el alcalde de Praga 6, Ondřej Kolář, del opositor partido TOP 09, sostuvo que lo mejor sería trasladar el monumento a otro lugar.

”Consideramos que la mejor variante sería que la estatua del mariscal Kónev fuera trasladada al área de la Embajada rusa en Praga. Otra posibilidad sería ponerse de acuerdo con el Instituto de Historia Militar para que la trasladara a su exhibición en Lešany y la situara por ejemplo al lado del histórico tanque soviético que alguien pintó de color rosa”.

Přemysl Čech,  archivo Institu Median
Según reveló la encuesta para la Radio Checa, dos terceras partes de los ciudadanos aproximadamente no está de acuerdo con la eliminación o el traslado de los monumentos que recuerdan a personalidades o sucesos de la Segunda Guerra Mundial, recalcó Přemysl Čech, de la agencia Median.

”Prevalece la opinión de que los monumentos que rememoran acontecimientos del pasado no deberían ser eliminados. A la vez, la mayoría de los encuestados indicaron que se oponen también al levantamiento de nuevos monumentos que respondan a los cambios en las posturas frente a los acontecimientos históricos”.

En términos concretos, en contra de la eliminación de los monumentos se manifestó el 62% de los encuestados, y el 60% criticó la intención de levantar monumentos nuevos relacionados con la Segunda Guerra Mundial. Entre los críticos figuran mayormente simpatizantes del movimiento ANO, del Partido Comunista y del Partido por la Libertad y la Democracia Directa (SPD), mientras que a los electores de las formaciones de oposición este tema no les inquieta.

El 55% de las personas considera además que algunos círculos en la sociedad checa tratan de tergiversar la historia moderna del país. La mayoría de los que opinan así es de sexo masculino y tiene más de 60 años.

Pavel Novotný,  foto: Šárka Ševčíková,  ČRo
Los debates sobre el levantamiento de monumentos nuevos relacionados con la Segunda Guerra Mundial son una reacción a la intención del alcalde del barrio de Řeporyje, en Praga, Pavel Novotný, del opositor Partido Cívico Democrático, de erigir en ese barrio un monumento a las unidades del controvertido Ejército de Vlásov, que en mayo de 1945 ayudaron en la liberación de Praga.

Estas unidades lucharon durante la Segunda Guerra Mundial junto a los nazis contra el Ejército Rojo, por lo que Moscú catalogó a todos los soldados de Vlásov de traidores. A finales de la contienda grupos de estos soldados llegaron a Praga y, por motivos desconocidos y discutidos hasta el presente, decidieron enfrentarse a los nazis y ayudar a los praguenses insurrectos. Pasados más de 60 años, el ayuntamiento de Řeporyje quiere apreciar esa ayuda con un monumento al Ejército de Vlásov.

De acuerdo con el historiador Jaromír Mrñka, los debates sobre el tema se deben a las diferentes posturas de Moscú y de Praga frente a la historia moderna.

Jaromír Mrňka,  foto: archivo ČRo
”Tenemos aquí dos formas de rememoración de los sucesos de la Segunda Guerra Mundial. Una es la checa y la otra es la rusa, y estas no son compatibles. Los rusos mantienen la postura soviética y siguen presentándose como el país que liberó gran parte de Europa de los nazis, y como garante del ordenamiento de postguerra. Mientras tanto, en Chequia comenzaron en los años 90 arduos debates sobre los fenómenos que influyeron en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial y que durante la era de la dictadura comunista eran callados intencionadamente”.

En el tema de las unidades de Vlásov, el historiador Mrñka considera que su ayuda a Praga en mayo de 1945 fue de gran importancia para la liberación de la capital checa de los nazis.

En la encuesta para la Radio Checa que se efectuó a mediados de diciembre pasado participaron más de 1000 personas mayores de 18 años de toda la República Checa.

Praga - Řeporyje,  foto: VitVit,  CC BY-SA 4.0