El Teatro Spejbl y Hurvínek, una constante de la cultura checa
El teatro de marionetas tiene una larga tradición en Chequia. Entre los elencos titiriteros más populares figura el Teatro Spejbl y Hurvínek, tres de cuyos protagonistas celebran este año un aniversario redondo.
Los comienzos del arte titiritero en los territorios checos se remontan al siglo XVIII, pero el mayor auge lo registró hasta el siglo XIX y, sobre todo, en el XX.
Fue a principios de 1920 cuando surgió la marioneta de madera Spejbl, que más tarde daría el nombre al teatro titiritero de mayor fama de Chequia. Spejbl, una figura cómica, sin pelo, con grandes orejas y vestida de frac, fue ideada por Josef Skupa, quien sentó las bases del teatro de marionetas moderno, y a este personaje le prestó su voz por largo tiempo.Con motivo del centenario de nacimiento de la marioneta Spejbl, Igor Orozovič, miembro del elenco del Teatro Nacional de Praga, debió haber bautizado un nuevo CD, grabado con motivo del aniversario. No obstante, debido a la epidemia de coronavirus, el bautizo público no pudo efectuarse, por lo que se hizo al menos a través del Facebook del Teatro Spejbl y Hurvínek, como recordara Igor Orozovič recientemente, también por medio de las redes sociales.
”Sí, el señor Spejbl cumplió cien años. A mí me tocaba bautizar el nuevo CD, realizado en homenaje a ese aniversario tan importante para el Teatro Spejbl y Hurvínek, pero lamentablemente, el acto hubo que suspenderlo por el problema del coronavirus. Personalmente lo lamento mucho, porque pertenezco a la generación que creció con los cuentos de Spejbl y Hurvínek”.
Spejbl fue desde el comienzo un personaje que, por su físico y su forma de hablar, provocaba risa. Seis años más tarde fue creada otra figura, la de Hurvínek, el hijo travieso de Spejbl. Conversaban o discutían entre sí, proyectándose en sus actuaciones las alegrías y preocupaciones de dos generaciones, ya que algunos espectáculos estaban destinados a niños y otros eran para adultos.La popularidad de estos dos personajes fue creciendo y en 1930 fue decidido fundar un teatro de Spejbl y Hurvínek, aunque entonces tenía otro nombre. A Skupa se le ocurrió incluir a otros personajes en su teatro, a fin de presentar historias de aventuras. La idea fue que el niño Hurvínek tuviera una amiga. Fue así que surgió la marioneta de la niña Mánička, como dijo a Radio Praga Internacional en entrevista telefónica Denisa Kirschnerová, directora del Teatro Spejbl y Hurvínek.
”Se cuenta que Skupa iba cierta vez con un amigo en un tren y el amigo llevaba consigo a su hija pequeña. La niña no paraba de hablar y a Skupa se le ocurrió que a Hurvínek le sentaría bien tener una amiguita así de habladora y así surgió Mánička”.
Y ese mismo año, o sea 1930, apareció otro protagonista, el perro Žeryk. Mánička y Žeryk actuaron por primera vez con Spejbl y Hurvínek ante los espectadores hace 90 años, el 19 de abril de 1930. Se presentaron en una obra para adultos que se titulaba ‘Revista primaveral de Hurvínek’. En ella Spejbl se enamoró de una mujer y desapareció de casa. Hurvínek se encontraba sentado en un banco en un parque y estaba triste porque su padre lo había abandonado. Y entonces apareció por primera vez en escena la niña Mánička, como cuenta Denisa Kirschnerová.”La niña lo ve sentado en un banco, se le acerca y le pregunta ¿qué le ha pasado para estar tan triste? Y Hurvínek le reprocha que es bastante impertinente, porque le habla sin antes haberse presentado. Y ella entonces le dice: pero si yo soy Mánička. Y ese es el momento en que comienza la amistad de estos dos”.
Hurvínek y Mánička buscan luego juntos a Spejbl y lo encuentran en la casa de una dama a la que le cuentan que Spejbl es una persona a la que le gusta divertirse, pero que no tiene ninguna fortuna. Y la dama se desmaya. Spejbl acepta regresar a casa y en ese momento sale corriendo de la casa de la señora un perro que, al parecer, también quiere marcharse con ellos. Y ese perro es Žeryk, que ya nunca más abandonará a Hurvínek y Mánička.
La figura de Mánička es la que más cambió de aspecto en el correr de los años. Primero era una niña de ojos grandes y pelo negro con un lazo, cuyo aspecto fue obra del destacado artista plástico, ilustrador, titiritero y escritor checo Jiří Trnka. Posteriormente su pelo pasó a ser rubio y trenzado, hasta llegar a ser pelirroja en la actualidad.En cuanto a su manera de ser y su forma de hablar, el mayor cambio de Mánička fue cuando le ponía voz la ex directora del Teatro Spejbl y Hurvínek, Helena Štáchová, quien falleció en 2017, recordó Denisa Kirschnerová, la hija de Štáchová.
”Con ella, la niña Mánička cambió notablemente. Originalmente a la niña le sorprendía todo, se asustaba mucho y no era nada activa. Pero con Helana Štáchová pasó a ser una niña muy independiente y moderna, era una igual de su amigo Hurvínek”.
Gracias a Helena Štáchová surgió también la última protagonista del Teatro Spejbl y Hurvínek, la marioneta de la tía Katalina (teta Kateřina) a la que también llaman ‘abuelita’ (bábinka).
En vista de que a raíz de la epidemia del coronavirus los teatros en Chequia, así como otros establecimientos culturales están cerrados al público, la dirección del teatro de marionetas de Spejbl y Hurvínek prevé celebrar el centenario de Spejbl y los 90 años de Mánička y Žeryk en otoño próximo. Para entonces prepara un nuevo espectáculo interactivo para niños pequeños bajo el título ‘Salta Žeryk’ (Žeryčku hop).A su vez, al público adulto quiere presentarle la obra ‘Hotel Spejbl’. Esta centra su atención en las vivencias y los sentimientos de los visitantes del hotel y toda la trama se resuelve con el amor, indicó Denisa Kirschnerová.
Las marionetas son concebidas en la República Checa como verdaderas obras tradicionales de arte y Spejbl y Hurvínek son un testimonio elocuente de ello.
El elenco actuó ya en 34 países de cuatro continentes, por ejemplo en Estados Unidos, Canadá, Japón, China, Alemania y también en España y México. Spejbl y Hurvínek hablaron hasta el presente en 22 idiomas, ya que la compañía suele aprenderse las obras en el idioma del país en el que actúa.