Hurvínek, la icónica marioneta checa, viajará al espacio en un cohete de SpaceX
Hurvínek, una de las figuras más famosas del arte titiritero checo viajará al espacio a bordo del satélite Planetum1, que será puesto en órbita por el cohete Falcon 9 de la empresa Space X en junio de este año.
Hurvínek, el muñeco orejudo, narigón y ojos desorbitados, se convertirá en la primera marioneta astronauta de la historia. El icónico personaje del teatro de títeres checo, que ha capturado los corazones de varias generaciones de checos, viajará a la estratósfera a bordo del satélite Planetum1. Del lanzamiento se sabía ya desde el año pasado, pero la identidad del pasajero especial fue anunciada apenas esta semana.
El satélite será puesto en órbita por el cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX de Elon Musk.
De acuerdo con el director artístico del Teatro de Spejbl y Hurvínek, David Jánošek, la aventura espacial está programada para dentro de unas pocas semanas.
“El viaje debería realizarse en junio, pero no sabemos exactamente cuándo. No lo sabe nadie, porque depende de muchos factores. El plan de vuelo del satélite a la órbita se elabora con mucha antelación y se espera a que se den las condiciones idóneas desde el punto de vista meteorológico o de presión. Entran en juego muchos elementos”.
Como cualquier astronauta, Hurvínek ha tenido que pasar por un proceso estricto de preparación para poder sumarse a la aventura. Por ejemplo tuvo que mostrarse capaz de soportar una fuerza de 16 g. Según precisa Jánošek, por cuestiones prácticas, no podrá abordar el cohete la tradicional marioneta de madera. En su lugar viajará una pequeña figura de Hurvínek elaborada de cristal que responde mejor al carácter de la misión.
“Para la ocasión, tuvimos que crear una figura especial de Hurvínek. Esta tuvo que pasar por un sinnúmero de pruebas de estrés, para estar seguros de que es capaz de aguantar el viaje al espacio. Tiene puesta una pequeña escafandra blanca, es un momento mágico”.
Además, será un momento, que podrán compartir con Hurvínek también los terrícolas, según describe los detalles de la misión el director.
“Estamos muy curiosos por cómo será todo, porque el Hurvínek que viajará físicamente en el satélite debería comunicarse con el planeta Tierra. Se tomarán también fotografías, así que podremos ver a Hurvínek en sus travesías por el espacio y podremos seguirlo en tiempo real. Es algo maravilloso”.
El satélite Planetum1 cumplirá una función importante en la órbita, servirá de proyecto educativo. En el viaje de Hurvínek colabora también el Planetario de Praga. En su sede se creará un centro de mando que será visitado por escuelas. Los estudiantes tendrán la posibilidad de comunicar con el satélite, obtener datos sobre el transcurso del vuelo o tomar imágenes desde la órbita.
La directora del Teatro de Spejbl y Hurvínek, Denisa Kirschnerová, recuerda también que las famosas marionetas del padre y el hijo no son solo estrellas de teatro, sino también dos estrellas reales, o más exactamente planetoides. Estos fueron descubiertos en 1997 por la astrónoma Lenka Šarounová y nombrados en honor a los títeres unos años después.
Con su viaje, Hurvínek se convierte en el segundo personaje checo en vivir una aventura más allá del planeta Tierra. Se suma al topo Krtek, quien voló al espacio con el astronauta Andrew Feustel. El estadounidense llevaba consigo en sus misiones objetos vinculados a la República Checa porque la madre de su esposa Indira es de origen checo.
Aunque sí se trata del primer viaje real de Hurvínek al cosmos, el muñeco travieso y su padre emprendieron varias aventuras espaciales a lo largo del siglo pasado, claro está, sin abandonar el escenario del teatro. Sucedió así en obras como ‘Con Spjebl a la estratósfera’ (1932), ‘Spejbl en Venus’ (1956) o ‘Hurvínek extraterrestre’ (1997).
Josef Skupa, el creador de los ya clásicos títeres, concebidos originalmente como una caricatura de los burgueses de la primera mitad del siglo XX, predijo así de cierta manera las futuras aventuras de sus personajes. Y eso a pesar de que murió en 1957, cuatro años antes del primer vuelo al espacio.
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