Nuevo Papa dará una nueva cara a la Iglesia

Benedicto XVI (Foto: CTK)
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El humo blanco sobre la Capilla Sixtina anunció este martes la elección del sucesor del Papa Juan Pablo II. El nuevo sumo pontífice pasó a ser el cardenal alemán Joseph Ratzinger, que adoptó el nombre de Benedicto XVI. ¿Cómo será el nuevo Papa?, se cuestionan también representantes de la Iglesia checa.

Benedicto XVI  (Foto: CTK)
"Habemus papam", anunció media hora después de la elección del Papa el cardenal chileno Jorge Medina a centenares de miles de personas que se reunieron en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

"Ha sido una apuesta por la seguridad". Así comentó la elección de Joseph Ratzinger, de 78 años de edad, Martin Horálek de la Conferencia Episcopal Checa. Horálek apuntó que por ser centroeuropeo, el nuevo Papa está cercano mentalmente a los checos.

"El cardenal Ratzinger es sin duda una gran personalidad teológica. Sin embargo, en comparación con su antecesor probablemente no tenga carisma para poner de su parte a quienes no tienen nada en común con la iglesia católica. Por otro lado, parece, y lo confirma la rapidez de la elección, que una parte considerable de la iglesia católica siente la necesidad de responder a la incertidumbre general del mundo circundante con el hecho de que la Iglesia se declare claramente como un puerto de seguridad y de valores tradicionales para todos".

El prior del monasterio de Brevnov de Praga, Prokop Petr Siostrzonek, destacó que el nuevo Papa es una persona muy culta e intelectual, que según su opinión, dará una nueva cara a la Iglesia.

"Naturalmente nadie puede esperar repentinos cambios progresivos. La Iglesia siempre ha beneficiado desde sus raíces, y eso es, creo, lo que podemos esperar del Papa Benedicto".

Benedicto XVI  (Foto: CTK)
El portavoz de la Conferencia Episcopal Checa, Daniel Herman, opinó en la Televisión Checa que el nuevo Sumo Pontífice debería estar más abierto a cuestiones como el uso de anticonceptivos o la legalización de matrimonios homosexuales, rechazadas estrictamente por su antecesor Juan Pablo II.

"Yo soy partidario de que los dirigentes de la Iglesia sigan el ritmo de la época moderna y no vivir en un gueto virtual".

Por su parte, el teólogo checo no ortodoxo, Ivan Odilo Stampach, declaró que la elección no fue buena. Según Stampach, Ratzinger podría señalarse por sus posturas como un inquisidor, al encabezar además la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es una sucesora de la Santa Inquisición.

El ex presidente checo, Václav Havel, reaccionó a la elección del nuevo Papa, expresando la esperanza de que el sumo ponítifice pronto visite la República Checa. El cardenal Ratzinger acudió a Praga en los años 90 para solucionar el asunto de sacerdotes casados, que se habían ordenado clandestinamente para poder oficiar misas durante la dictadura comunista. Ratzinger propuso entonces que dichos curas pasaran a las filas de la iglesia greco-católica.