Parlamento checo dio voto de confianza al Gobierno de Stanislav Gross
El primer ministro, Stanislav Gross, seguirá al frente del Gobierno checo. Ello es posible gracias a que los comunistas se abstuvieron en la votación del Parlamento que buscaba aprobar una moción de censura.
El opositor Partido Cívico Democrático impulsó una moción de censura contra el Gobierno de Stanislav Gross; para que la misma fuera aprobada eran necesarios, como mínimo 101 votos de un total de los 200 legisladores. Durante la votación los 41 diputados comunistas se abstuvieron, ello significó que el opositor Partido Cívico Democrático y la Democracia Cristiana reunieron tan sólo 78 votos.
En su discurso ante la Cámara de diputados, el primer ministro defendió los éxitos de su administración, lanzó fuertes críticas contra el opositor Partido Cívico Democrático, al tiempo que insistió en que el Gobierno tenía mucho trabajo por delante.
"No quiero dirigir un gobierno que se aleje de los principios de su programa de acción, porque en semejante caso cometería un fraude político" sostuvo Gross, al tiempo que expresó que no despreciaba el apoyo de los comunistas, ya que se trataba de una fuerza política significativa de un Parlamento democrático.
Por su parte, los demócrata-cristianos, hasta hace poco aliados de coalición presionaron a Gross para que dejara su puesto. La presión llegó a tal punto que los ministros democristianos abandonaron esta semana el Gobierno y se sumaron a los que pidieron la moción de censura contra la administración Gross. Mientras que los liberales de la Unión de la Libertad se mantuvieron fieles a lo que llamaron "un gobierno europeo" y respaldaron a la socialdemocracia.El primer ministro checo, Stanislav Gross, de 34 años de edad, irrumpió súbitamente en la política checa, fue el delfín del ex primer ministro Milos Zeman, y posteriormente el mayor rival y sucesor del ex primer ministro Vladimir Spidla.
Como ministro del Interior fue el político más popular, pero como primer ministro pronto empezó a perder brillo, hasta quedar empañado después de no poder demostrar el origen de unos 30 mil euros para la compra de un apartamento de lujo en Praga y la falta de transparencia en las operaciones comerciales de su esposa.
No obstante, el triunfo de este viernes convierte a Stanislav Gross en el hombre fuerte de la política checa, ya que primero recibió el apoyo de su partido y ahora el Parlamento no aprobó contra su Gobierno una moción de censura, pero no hay que olvidar que fue gracias al apoyo tácito de los comunistas.