La ciudad de Príbram evoca la extracción de plata y el Monte Santo
A unos sesenta kilómetros al sur de Praga se encuentra la ciudad de Príbram, antiguo centro de minas de plata, de plomo y de uranio, hoy en día meta de las personas que se interesan por la historia de la minería en Bohemia.
Aunque las minas de plata, de plomo y de uranio locales fueron cerradas hace años, esta importante parte de la historia de Príbram, hoy ciudad de unos cuarenta mil habitantes, es recordada por el Museo de Minería local.
Durante su recorrido, los turistas pueden visitar el subsuelo y hacerse así una idea más clara de las difíciles condiciones de trabajo de los antiguos mineros.
Cada año llegan a Príbram también unos 150 mil peregrinos, debido a que cerca de la ciudad se levanta la colina llamada Monte Santo, uno de los más visitados centros de peregrinaje en el territorio de Bohemia.
A primera vista, Príbram no tiene un atractivo especial. El relieve del terreno y el inclemente clima nunca han ofrecido tampoco condiciones para un mayor desarrollo de la agricultura en esta zona. No obstante, gracias a las riquezas del subsuelo local, la ciudad y sus alrededores fueron poblados en tiempos remotos y se fueron desarrollando rápidamente, según expuso Josef Velfl, director del Museo de Minería de Príbram."La historia de Príbram está ligada estrechamente con la minería. Se supone que la región había sido poblada ya en la prehistoria y que, alrededor del siglo IV antes de nuestra era, los Celtas ya se habían dedicado en ella a la extracción de plata. Los hallazgos arqueológicos, por su parte, documentan la presencia de los primeros pobladores eslavos en Príbram alrededor del siglo X. A partir de entonces la extracción de plata y de plomo fueron las labores prevalecientes en la zona".
Josef Velfl apuntó que existen numerosas leyendas que cuentan sobre el milagroso descubrimiento de las minas de plata locales.
"Una de las leyendas narra que la mítica princesa checa, de nombre Libuse, la misma que había vaticinado el surgimiento de la ciudad de Praga cuya fama llegaría hasta las estrellas, observaba un día desde la colina praguense de Vysehrad las tierras situadas lejos hacia el sur. Entonces predijo que si alguien iba en esa dirección, encontraría un monte repleto de plata. Un grupo de hombres emprendió viaje al lugar, se puso a cavar y, realmente, descubrió ricos yacimientos de plata".Las primeras menciones escritas sobre Príbram datan del siglo XIII. Gracias a las minas de plata y al hecho de encontrarse el poblado cerca de importantes caminos comerciales, muchos fueron los interesados en poseer las tierras locales. Ese privilegio le tocó finalmente al obispado de Praga.
Los obispos y, posteriormente los arzobispos de Praga aportaron mucho al desarrollo de Príbram, afirma Josef Velfl, director del Museo de Minería local.
"El más conocido propietario de Príbram fue el arzobispo Arnost de Pardubice, quien vivió en el siglo XIV. Fue durante el reinado de Carlos IV, el más famoso soberano en la historia del Reino de Bohemia. En esos tiempos fue edificado en Príbram un fortín de piedra, llamado posteriormente Palacio, obra que se ha conservado en la ciudad hasta la actualidad. Se encuentra junto a la Plaza Mayor de Príbram, siendo sede actualmente de una galería de arte y de otras instituciones culturales".Hablando de las antiguas obras arquitectónicas de Príbram, mencionemos también la iglesia de Santiago, situada en la Plaza Mayor de la ciudad. Data del siglo XIII y es considerada la más antigua obra local, aunque su aspecto actual se debe a un amplio retoque realizado en los años sesenta del siglo XX.
En el siglo XV, Príbram pasó a ser propiedad de los soberanos de Bohemia. Durante el reinado de Rodolfo II. Habsburgo, en el siglo XVI, la extracción local de plata registró un gran avance, aunque, como afirma Josef Velfl, la más famosa era de la minería local tuvo lugar mucho más tarde.
"Fue en el siglo XIX, cuando las minas de Príbram aportaban el 97,7 por ciento de toda la plata y plomo extraídos en los territorios del imperio Austro-Húngaro. Tomando en cuenta que ese imperio se extendía sobre una considerable parte de Europa, resalta la gran importancia que tenían entonces las minas de Príbram".La prosperidad de la minería local en el siglo XIX llevó a la fundación de varias escuelas y centros de aprendizaje especializados en minería y en 1849 fue abierta en Príbram una Escuela Superior de Minería. En las minas de Príbram se ensayaban asimismo nuevos equipos para la extracción de minerales.
A mediados del siglo XX se inició en la zona la extracción de uranio. De la existencia de sus yacimientos locales los geólogos tenían ya conocimiento en el siglo XIX, pero por aquel entonces nada se sabía del aprovechamiento del uranio como fuente de energía. Era utilizado para teñir textiles y porcelana y en balneoterapia. La primera mina de uranio cerca de Príbram fue abierta en 1948.
Las minas de plata y de plomo locales fueron cerradas en 1978, tras haber sido explotados casi el 95 por ciento de los yacimientos. El uranio, a su vez, se extrajo allí hasta el año 1991. Aunque sus yacimientos no se han agotado todavía, los expertos afirman que la extracción dejó de ser rentable, por encontrarse el uranio a grandes profundidades.
El famoso pasado de la minería de Príbram lo mantienen vivo hasta el presente las colecciones del Museo de Minería local, del que forman parte numerosas instalaciones que antaño habían servido a los mineros. Según señaló Josef Velfl, durante el recorrido por el museo, los turistas pueden visitar parte de las antiguas minas."Especialmente a los niños les gusta mucho esa parte del recorrido. Creo que somos el único museo en Europa, cuyos visitantes pueden viajar por el subsuelo en un tren especial. Este lleva a los turistas a un pozo que conduce a una mina situada a mil 600 metros de profundidad. A comienzos del siglo XX fue la mina situada a mayor profundidad en toda Europa Central".
Del subsuelo volvamos a la superficie a pisar tierra firme y a gozar de los rayos de sol. Y aprovechemos el tiempo que nos queda para visitar el Monte Santo en las proximidades de Príbram, el más antiguo e importante centro mariano de peregrinaje en Bohemia. Su existencia se remonta al siglo XIV, aunque su fama como centro de peregrinaje se extendió durante la recatolización de las Tierras Checas en el siglo XVII y con la llegada de los jesuitas a estos territorios.
Según Josef Velfl, los jesuitas invitaron a famosos arquitectos europeos de la época, entre ellos al italiano Carlo Lurago, y mandaron construir un hermoso complejo de edificios de estilo barroco. La estatuilla de madera de la Virgen María local que data del siglo XIV y está instalada actualmente en la basílica local, fue tallada supuestamente por el primer arzobispo de Praga, Arnost de Pardubice.
"De gran valor es el altar de plata en el templo central del Monte Santo, obra maestra que data del año 1772. Gran parte del material utilizado para su fabricación proviene de las minas locales. Merecen atención igualmente los cuadros realizados por destacados pintores de la era barroca y las decoraciones de los santuarios en forma de finos revoques. Por una escalera cubierta es posible pasar del Monte Santo directamente a la ciudad de Príbram".Miles de peregrinos se dirigen todos los años al Monte Santo, situado junto a la ciudad de Príbram. Acuden al lugar tanto ciudadanos de la República Checa, como de Alemania, Austria y Eslovaquia. El mayor número de peregrinos llega en junio, a la fiesta de coronación de la Virgen del Monte Santo de Príbram, de la que forma parte un cortejo de coronación.
En el Monte Santo de Príbram, amigos, concluimos este viaje radiofónico con Radio Praga.