Cuentos de hadas checos premiados en África

Los cuentos de Karel Jaromír Erben

La literatura checa se impone en los mercados mundiales. Lo testimonia el premio que recibió en Zimbabwe una antología de cuentos de hadas checos.

En la Feria Internacional de Libros, celebrada en estos días en Harare, fue premiada una antología de cuentos de hadas de los clásicos de la literatura checa, Karel Jaromír Erben y Bozena Nemcová. El premio lo otorgó la Unión de Editores de Zimbabwe, que reúne a una veintena de los editores de libros más importantes de Zimbabwe.

La entrada de los cuentos de hadas checos en los mercados africanos se debe a la Embajada de la República Checa en Zimbabwe y, sobre todo, al actual embajador, Jaroslav Olsa.

"Mi profesión original fue de traductor y editor, de manera que la Feria Internacional de Libros en Harare atrajo mi atención, puesto que se trata de la segunda feria más grande en todo el continente africano. Se me ocurrió promover la edición de un libro checo en algún idioma local. Así, hace dos años salió un libro de cuentos de hadas checos en el idioma ndebele. Un año después fue editada precisamente la antología de los autores checos Erben y Nemcová, que fue traducida al idioma mayoritario en Zimbabwe: el shona".

Resulta lógico que los cuentos de hadas tuvieron que ser adaptados hasta cierto punto a las condiciones africanas para que resulten comprensibles a los niños, explicó el Embajador checo, Jaroslav Olsa.

"Gran mérito por el éxito del libro lo tiene el traductor Elvas Mari, que logró adaptar los cuentos de excelente manera al modo de pensar de los niños africanos. Adaptados fueron también las ilustraciones. Los príncipes y los héroes de los cuentos tienen rasgos de los rostros africanos y también sus aventuras transcurren en un ambiente africano. Pero, por otro lado, hay también un cuento en el que aparece la nieve, lo que resultará a los niños africanos una cosa extraña, pero espero que a la vez también interesante".

El Embajador checo en Zimbabwe, Jaroslav Olsa, destacó que no se trata del primer libro checo premiado en ese país sudafricano. Por ejemplo, un libro de cuentos de ciencia ficción fue galardonado en 2001 por la Unión de Editores de Zimbabwe.