Los cuentos tradicionales checos, ahora en español

Cuentos checos, foto: edika

Diez cuentos tradicionales checos, recopilados en el siglo XIX por Božena Němcová y Karel Jaromír Erben, han sido recientemente traducidos al castellano en una edición bilingüe. En Radio Praga hemos hablado con su traductor, Enrique Gutiérrez.

Cuentos checos,  foto: edika
Si partimos de que en los cuentos populares de una nación se halla una parte importante de su idiosincrasia, entonces podemos afirmar que el lado más íntimo de los checos permanece en buena medida oculto para el mundo hispano. Las narraciones populares checas no han sido convenientemente traducidas y siguen siendo en la mayor parte de los casos, completamente ignoradas.

La situación podría cambiar con un importante avance en este sentido. ‘České pohádky’, es decir, ‘Cuentos de hadas checos’ ha sido recientemente publicado por la editorial Edika en versión bilingüe, es decir, incluyendo tanto la versión checa como la española, lo que permite comparar ambos textos.

Se trata de 10 narraciones populares recopiladas y adaptadas al lenguaje literario en el siglo XIX por Božena Němcová y Karel Jaromír Erben. El traductor, Enrique Gutiérrez, profesor en la Universidad Palacký de Olomouc, constata el enorme hueco que existía, no solo en cuanto a los relatos en sí, como a la obra de estos dos autores en general.

Božena Němcová,  La Abuela  (Babička),  foto: Knižní klub
“Babička fue traducida por Rudolf Jan Slabý, que es un filólogo de principios del siglo XX que se fue a vivir a Barcelona. Si no me equivoco era germanista más que hispanista. Tradujo ‘La Abuela’ y algunos cuentos de Němcová directamente del checo al español y también al catalán. Pero son traducciones prácticamente desaparecidas y de una calidad… Tampoco las he leído en detalle, pero la traducción de un checo que no dominaba tan bien el español, al español y al catalán, pues no es la combinación ideal. Pero creo que de Němcová no hay mucho más traducido. Algunos de estos cuentos ya están traducidos en alguna otra edición de cuentos populares checos, pero no estoy convencido de que estén traducidos directamente del checo al español, sino que es posible que sea a través del inglés o del alemán. Efectivamente, Němcová y en general la literatura checa del siglo XIX está muy mal traducida”.

Una barrera más cultural que lingüística

Božena Němcová,  foto: public domain
Němcová y Erben se consideran de hecho dos de los autores clave del llamado Renacimiento checo, que implicó el rescate de la lengua para su uso de prestigio, incluyendo el literario, lo que implicó su reforma y transformación. Este primer checo escrito moderno, experimental en cierta medida, supone a menudo un suplicio para los escolares checos, que tienen que enfrentarse en las clases de literatura a textos plagados de arcaísmos y formas expresivas obsoletas.

La nueva edición trata de eliminar esta barrera a través de un texto adaptado por Eva Mrázková que simplifica y moderniza las versiones originales, nos cuenta Gutiérrez.

“Lo primero que hay que decir es que no es una traducción directamente del original, sino que se trabaja con una reescritura de los textos originales realizada por una colega que trabaja con la editorial. Con lo cual está modernizado, hay cierta simplificación del texto. Esto afecta a la trama en cierta medida, parece que hay unas partes que se han omitido, pero sobre todo afecta a cuestiones gramaticales propias del siglo XIX: arcaísmos que hoy ya posiblemente ningún niño checo entendería bien al leerlo. Y yo trabajé con la versión simplificada, con lo cual a nivel estrictamente lingüístico, gramatical, no hubo ningún problema”.

La dificultad de la traducción vino por otro lado, el cultural, al estar los cuentos ambientados en un entorno muy específico, continúa.

Enrique Gutiérrez,  foto: Martina Gutiérrez
“El mayor problema es a nivel conceptual, es decir, cultural, cómo los cuentos checos representan en el imaginario del pueblo checo una realidad que nosotros como españoles no tenemos. Es decir, posiblemente tengamos una imagen más medieval, y los cuentos checos puede que transcurran en un tiempo y un lugar que no existen. A veces me costaba trasladar al español precisamente esa realidad que no tenemos. Parece que transcurren en el siglo XIX, o en el siglo XVIII, donde los castillos realmente no son castillos, son una especie de palacetes más modernos. Las princesas no viven en castillos medievales”.

Otro ejemplo es la traslación al ámbito cultural hispano de elementos simbólicos de tanta fuerza como la Luna, que en español es un sustantivo femenino, con todo lo que ello implica, mientras que en checo “měsíc” es masculino.

Bohdanka con un de sus hermanos,  ‘Los Siete Cuervos’,  foto: Bohemia MP
“Hay elementos culturales distintos muy interesantes Por ejemplo en ‘Los Siete Cuervos’, cuando Bohdanka sale a buscar a sus hermanos, convertidos en cuervo, se encuentra con Viento, que es un personaje mítico. Viento no sabe dónde están sus hermanos, pero la lleva hasta Luna, que la lleva a Sol, que al final consigue acercarla a sus hermanos. Es interesante, porque tanto Viento como Sol son personajes masculinos, que en español parece lógico. Pero Luna, el tercer hermano, también es un hombre. Es una cuestión que a un lector español le va a chocar seguro, y además parece que por las propias ilustraciones del libro, es un hombre rudo. Es un elemento cultural muy distinto de la representación que tenemos en España, que se puede ver en los poemas de Lorca o en la famosa canción ‘Hijo de la Luna’, donde la Luna es un personaje muy femenino, con una maldad muy relacionada con la feminidad, con la maternidad, por ejemplo”.

Al mismo tiempo, una dificultad añadida, tanto para los lectores modernos checos como para los españoles, es que los cuentos fueron plasmados por escrito, y por tanto inmortalizados, en una época determinada, donde el contexto ayudaba a terminar de comprenderlos.

'O Smolíčkovi' František Hrubín/Jaroslav Němeček,  foto: Panorama
“Yo tengo la teoría de que hay momentos en los que la traducción es muy compleja porque faltan elementos. Yo creo que el lector de estos cuentos en el siglo XIX no necesitaban esta información, que ya conocían, porque eran cuentos populares, pero que hoy en día un lector checo y desde luego un lector hispano, necesitan cierta información que ahí no aparece. Hay personajes que aparecen in media res, por ejemplo, en la historia de Smolíček, que es un niño que vive en una cabaña con un ciervo con los cuernos de oro. Pero en ningún momento se explica qué relación tiene con el ciervo, por qué vive en una cabaña, quién es, nada”.

Parte del espíritu nacional

‘El Príncipe Bayaya’,  foto: ČT
‘Cabellos de Oro’, ‘Káča y el Demonio’, ‘El Príncipe Bayaya’ o ‘Honza el Tonto’ son algunos de los cuentos que aparecen en esta recopilación. Sus nombres y tramas son bien conocidas por todos los checos de cualquier generación y sobre ellos se han realizado numerosas adaptaciones y versiones televisivas y cinematográficas. El conocimiento y aprecio del pueblo checo por este legado narrativo contrasta con lo que sucede en España, país de origen de Enrique Gutiérrez.

“Estos cuentos surgen con el Renacimiento cultural checo, es decir, que hay un elemento nacionalista, de dar prestigio a lo checo frente al alemán, sobre todo, y que eso ha hecho que fuera un motivo más de orgullo y de exaltamiento nacional, que en España no tenemos y no necesitamos, porque España es posiblemente el estado más antiguo de Europa. Posiblemente esa es la razón de que hayan tenido tanto éxito. En España la mayoría de los cuentos que tenemos son de los hermanos Grimm, son importados. Y los propios nuestros, pues sí, los hay seguro. Tampoco sé hasta qué punto los cuentos checos no son variantes de los cuentos germanos, es bastante complejo el tema. Pero desde luego es verdad que todos los checos conocen estos cuentos, conocen ‘Los Siete Cuervos’ y ellos los sienten como una cuestión muy propia, de su espíritu nacional, cosa que en España no existe”.

‘Káča y el Demonio’  (1970),  foto: ČT
El lector checo tiene ahora la oportunidad de disfrutar de los cuentos en una versión adaptada, rica en ilustraciones y además, de aprender español al hacerlo. En opinión de Gutiérrez, el objetivo pedagógico no está mal, pero desaprovecha el potencial de la traducción, que podría tener un público mucho más amplio.

“Me temo más bien que esto es parte de esa tradición de los checos de, cuando estudian una lengua extranjera, leer ediciones bilingües, lo cual desde una perspectiva pedagógica no tiene mucho sentido. Es mi punto de vista. Sí claro, cualquier español que estudie checo puede utilizarlo, el checo que estudie español posiblemente lo utilizará, y ese es el público al que va dirigido. Pero no tiene mucho sentido, porque lo normal sería que fuera una obra publicada en España para que los españoles conozcan la literatura checa, y este libro, que yo sepa, solo se edita en la República Checa”.

El libro viene acompañado de un CD de audio con la lectura de todos los cuentos. Enrique Gutiérrez, además de encargarse de la traducción, puso también la voz para la versión en castellano.

Autor: Carlos Ferrer
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