En bloques prefabricados siguen viviendo también los ricos
Pisos tan pequeños y feos que recuerdan conejares, asilos nocturnos y viviendas para la gente con escasos recursos financieros. Así suelen denominarse los bloques prefabricados en los que vive una tercera parte de la población checa. Pero, ¿de veras es así? Invito al micrófono a Pavla Jedlicková quien se ha ocupado del tema.
"No, en absoluto. Los arquitectos coinciden en que la ola de aversión que se levantó contra los bloques prefabricados tras el fin del comunismo, no es objetiva y advierten sobre el relativamente buen estándar de estas casas. Incluso algunos sostienen que en los bloques prefabricados de los años setenta y ochenta no se registran defectos tan graves como en los bloques de apartamentos construidos en la actualidad".
¿De qué defectos se trata?
"Los nuevos apartamentos tienen cocinas demasiado pequeñas, poco un espacio para guardar cosas y ascensores tan pequeños que apenas cabe una mujer con el coche para el niño. Además, los expertos evalúan el nivel técnico de los nuevos bloques como peor que el de las casas prefabricadas construidas antes de 1989".
Se dice que los bloques prefabricados son un tipo de vivienda para los pobres...
"Es uno de los mayores errores. Precisamente la composición social es el gran plus de estos bloques. Claro que los más ricos se han mudado, pero siguen viviendo allí las clases medias. En esto la República Checa difiere de otros países de Europa Occidental. En las casas prefabricadas viven tanto obreros o desempleados como médicos, empresarios, bueno, en general gente bien acomodada y con formación universitaria".Otro factor que se reprocha a los sectores con bloques prefabricados es una tasa más alta de criminalidad...
"Pues tampoco es verdad. Depende de la población que vive en estos bloques. Hay localidades donde prevalecen personas mayores de edad y allí la criminalidad casi no existe. Pero hay otras con una gran concentración de jóvenes donde se registra un mayor número de actos criminales".
Bajo el antiguo régimen comunista, un gran problema de las casas prefabricadas fue la falta de infraestructura. Lo único que se podía hacer allí era pernoctar. Sus habitantes se levantaban por la mañana para ir al trabajo y regresaron por la tarde, comprando y buscando posibilidades de ocio en otros lugares. En los bloques no había restaurantes, tiendas, centros deportivos, faltaban áreas verdes...
"Sí, tienes razón, pero esto ha cambiado en los años noventa. Tiendas, supermercados, centros comerciales crecieron como hongos después de la lluvia. Sin embargo, los bloques prefabricados tienen actualmente un grave problema. Desde su construcción no se invirtió prácticamente nada en su renovación y, en los próximos veinte, treinta años, su regeneración exigirá millones de coronas".
¿No sería mejor entonces desmantelar los bloques prefabricados y edificar en su lugar nuevas casas utilizando tecnologías de construcción más sofisticadas, tal como lo hicieron, por ejemplo, en algunos lugares en Alemania?
"No. El costo del desmantelamiento sobrepasaría 1, 5 billones de coronas, mientras que la regeneración completa de los bloques prefabricados en la República Checa se estima en 400 mil millones de coronas".