Fríos siberianos en las tierras checas

led2.jpg

El mes de enero se llama en checo "leden"- "mes del hielo", "mes helado". El nombre es muy acertado y refleja el conocimiento, reiteradamente confirmado de que en enero- leden- culmina en las tierras checas el invierno y se registran las temperaturas más bajas. Los testimonios más dramáticos sobre los crudos inviernos se encuentran en las crónicas antiguas que narran las atribulaciones sufridas durante los llamados pequeños períodos de glaciación.

En el último mileno se registraron en el territorio checo dos períodos de temperaturas extremadamente bajas, denominados pequeños períodos de glaciación. Y fueron bastante largos: el primero se prolongó desde 1195 hasta 1465. El segundo duró desde 1619 hasta 1897.

Sobre el primero de los períodos mencionados escribe con respecto al año 1407 el editor y escritor Daniel Adam de Veleslavín:

"Fue un invierno muy crudo y gélido, la gente moría en los caminos. Los animales domésticos y los silvestres así como los árboles- todo quedó congelado."

Muy bien documentado está el segundo pequeño período glacial que comprendió los años de 1619 a 1897. En ese lapso de tiempo se registró en 1740 el invierno más crudo de los últimos tres siglos. En Europa Central las temperaturas descendieron a los 50 grados bajo cero. El día más frío fue el 9 de enero de 1740. Los cronistas escribieron al respecto:

" Los viajeros y los postillones sufrían congelaciones en las diligencias y los caballos morían al llegar a las puertas de las ciudades. En la calle no se podía hablar ya que la boca se congelaba y la piel de la cara se agrietaba."

"Las vacas se congelaban de pie en los establos, en los rediles morían congeladas simultáneamente 40 y hasta 60 ovejas, gansos y patos yacían sin dar señales de vida, los animales de caza estaban tan entumecidos por el frío que se podían coger con la mano."

Aún muchos años después se habló con temblor en la voz de los fríos "siberianos", "groenlandeses" o "lapones"- de Laponia, la parte más septentrional de Europa.

El segundo pequeño período glacial terminó en 1897. Marcó profundamente la noción sobre el invierno que tienen hasta ahora los checos:un auténtico invierno se caracteriza por intensos fríos y copiosas nevadas. Así que frecuentemente puede escucharse: Los inviernos de hoy ya no son como los de antaño.

Este año los checos tienen la impresión de que regresó el invierno de los viejos tiempos ya que en algunos puntos del territorio checo se registró un frío más intenso que en Siberia y en Groenlandia. La estación meteorológica oficial en la localidad de Horská Kvilda, en la sierra de Sumava, registró la semana pasada 32 grados bajo cero. Ese día se registraron en la ciudad siberiana de Irkutsk y en Groelandia 22 grados bajo cero.

El meteorólogo amateur Antonín Vojvodík registró en un apartado rincón de la sierra de Sumava- Jezerní slat- la temperatura de 38,6 grados bajo cero. Este hombre, de profesión electricista y meteorólogo amateur, respetado por los especialistas, instaló en la sierra de Sumava una red de estaciones meteorológicas ya que tiene una meta: registrar en una de ellas la temperatura más baja que la que marcaron en 1929 los termómetros del pueblo de Litvínovice, en Bohemia del Sur.

En 1929 se registró en Litvínovice la temperatura más baja del siglo 20 en las tierras checas: 42 grados bajo cero.