Frío ártico se aproxima hacia la RCh
Los checos que quieran conocer el frío del Ártico ya no tendrán que viajar al Polo Norte. Este fin de semana la temperatura bajó bruscamente en la República Checa, marcando el termómetro durante el día entre 11 y 17 grados centígrados bajo cero.
Un frío tan fuerte no ha habido en Praga en más de cien años. La última vez el 22 de enero de 1850, cuando el termómetro marcó 26,8 grados bajo cero. Mientras tanto en Ostrava, ciudad al noreste del país, fueron registrados 27,3 grados bajo cero el 14 de enero de 1987.
En vista de las extremas heladas, los médicos exhortan a las personas a protegerse del frío vistiéndose con varias capas de prendas y a los niños y ancianos les recomiendan quedarse en casa.
"Los bebés, por ejemplo, no deberían ser expuestos a temperaturas inferiores a los 5 grados bajo cero. Las fuertes heladas tampoco hacen bien a personas mayores y a las que padecen asma o enfermedades cardiovasculares", indica la doctora Dorota Havlíková, del hospital de la ciudad de Karviná.A causa de la brusca bajada de temperaturas, decenas de amantes del esquí fueron abandonando este fin de semana los centros invernales de recreo en las montañas checas.
"Aquí, en los montes Jeseníky, en el Noreste del país, el termómetro marcó 17 grados bajo cero este domingo. No para de nevar y las nevadas van acompañadas de un viento helado. No recomendamos a nadie esquiar en estas condiciones", dice Jaroslav Sembdner, jefe de los Servicios de rescate de montaña de la zona de Jeseníky, al noreste del país.
Según los meteorólogos, el frío ártico, que ha llegado a Europa desde Rusia, se mantendrá en la República Checa por lo menos durante toda esta semana, pudiendo bajar la temperatura en algunas zonas hasta los 25 grados bajo cero. Las mayores heladas se esperan en el este y el noreste del país, acompañadas de nevadas y viento fuerte.