Viajero checo abre la puerta a Praga a los indios de Venezuela

Enrique Stanko Vráz

"El viajero checo Enrique Stanko Vráz nos abrió la puerta a Praga", dice la antropóloga venezolana Lelia Delgado, curadora de la exposición "Orinoco, vida de las tribus indígenas al sur de Venezuela", que fue inaugurada este jueves en el Museo Náprstek, de Praga.

En los años 1892 y 1893 navegó por el Orinoco y el Amazonas el viajero, escritor, fotógrafo y coleccionista checo, Enrique Stanko Vráz. Sus experiencias las inmortalizó en el libro "Viaje a través de América ecuatorial". Hace unos quince años el libro fue descubierto por un científico venezolano y traducido al español.

Las fotos que Stanko Vráz hizo en su expedición por Venezuela acompañan ahora la exposición "Orinoco", en el Museo Náprstek de Praga. "Stanko Vráz fue un Humboldt checo", califica al viajero Lelia Delgado, curadora de la colección que muestra más de 300 artefactos de la vida cotidiana y religiosa de doce tribus indígenas del sur de Venezuela. Máscaras, armas, tambores, vestidos, recipientes de cerámica, cestos ...

Quizá uno de los objetos más difíciles de conseguir por su carácter simbólico y religioso es un mortero de la tribu guerrera Yanomami, nos explica la antropóloga Lelia Delgado.

"Es un mortero que se utiliza para moler la ceniza de los muertos. Los Yanomamis practican el endocanibalismo, ingieren la ceniza de los muertos en una sopa de plátano".

El coleccionista Edgar Niño González recibió regalado el mortero de los chamanes Yanomami como expresión de amistad. El consumo de la ceniza es un acto social que se realiza en fiestas especiales. Ofrecer la ceniza de su muerto, significa ofrecer la hermandad. La señora Delgado sigue conduciéndonos a través de la exposición "Orinoco".

"Obviamente hay otros objetos también de carácter simbólico como la lanza que es un murciélago sagrado del cual pende una serie de tucanes. Es un objeto chamánico de la tribu Ye´kuana, que se usa en combinación con un collar de dientes de báquiro que también está expuesto aquí. Otro artefacto interesante, para mí, es la maraca. Es un objeto importante por su carácter simbólico porque no es un instrumento musical, es un instrumento de cura chamánica, un instrumento médico".

¿Y qué enfermedades cura?

"Todas las enfermedades. Ud. sabe que la medicina chamánica obra por eficiencia simbólica y quien cree en eso, se cura", apunta Lelia Delgado.

Los objetos presentados en la exposición "Orinoco" forman parte de una amplia colección etnográfica reunida por la Fundación Cisneros, de Venezuela. Al principio de todo había un norteamericano, nos explica el presidente ejecutivo de la fundación, Pedro Tinoco:

"El bisabuelo de la señora Cisneros llegó a Venezuela en el siglo 19 para hacer un estudio científico sobre las aves tropicales. Se enamoró de una venezolana, se casó allí, hizo su vida en Venezuela. Eso creó en la señora Cisneros interés por esta área. Comenzó a viajar desde muy niña a la Amazonia venezolana. Entabló contactos con las diversas etnias, empezó a coleccionar los artículos que obtuvo de los indígenas, que después fueron creciendo con la compra de colecciones a otras personas, que también habían hecho algo similar, como Edgar González Niño y Walter Coppens".

La colección "Orinoco" de la Fundación Cisneros permanecerá expuesta al público checo hasta el 1 de febrero de 2004. Luego se trasladará a Zurich, Suiza, Tampere, Finlandia, y al final a Gottenburgo, en Suecia, donde inaugurará un nuevo Museo de las Culturas del Pueblo.