El monasterio barroco de Broumov, el Santo Sudario y las momias
La meta de nuestro viaje es el monasterio benedictino de Broumov, una de las obras maestras de la era barroca en las Tierras Checas. El monasterio se encuentra en la meseta de Broumov, una región montañosa en las cercanías de la frontera de la República Checa y Polonia.
En automóvil de Praga llegamos al lugar en unas tres horas. Al monasterio de Broumov accedemos desde la Plaza Mayor de la ciudad del mismo nombre, divisando desde lejos la hermosa doble puerta de entrada al convento.
Sobre la puerta, en el centro, se halla una estatua de la Virgen María y de cada lado una alegoría de las virtudes. A la izquierda, está la alegoría de la Justicia y a la derecha la de la Valentía. A la entrada nos da la bienvenida Premysl Sochor, asistente del vicario del monasterio, quien nos conduce por una escalera a la iglesia local de San Adalberto. Entramos al templo y nos sentimos encantados por su belleza que documenta la maestría de los artistas en las Tierras Checas del período barroco.
"En los trabajos de decoración participaron destacados artistas del barroco. Además de la nave central, la iglesia cuenta con seis capillas laterales. En una de ellas, en la capilla de la Santa Cruz, se descubrió en 1999 una réplica del Santo Sudario de Turín. En los años 80 del siglo XVII ésta había sido depositada en un relicario que permaneció todo el tiempo oculto o mejor dicho pasó desapercibido en uno de los estucos que decoran la iglesia", comenta Premysl Sochor.Más tarde conoceremos esa valiosa reliquia, según nos prometió el señor Sochor, pero ahora sigamos hablando de la iglesia de San Adalberto. Anteriormente había en su lugar una iglesia gótica, de principios del siglo XIV. En el siglo XVIII, ésta fue sometida a una amplia reconstrucción, participando en la obra los mejores arquitectos del período barroco en las Tierras Checas, entre ellos Kilián Ignác Dientzenhofer, autor también por ejemplo, del majestuoso templo de San Nicolás, en el Barrio Pequeño de Praga.
La espaciosa nave central con sus ricas decoraciones y hermosos frescos en su bóveda, documentan la importancia atribuida en el pasado al monasterio de Broumov y su estrecha vinculación con la sede principal de la orden de San Benito en las Tierras Checas, el monasterio de Praga - Brevnov. Este fue fundado en el año 993 a solicitud del obispo de Praga, Adalberto, siendo el cenobio masculino más antiguo en las Tierras Checas.En la iglesia de San Adalberto, en el monasterio de Broumov, Premysl Sochor nos muestra el hermoso altar principal del año 1706. El cuadro en el altar en el que aparece el patrono de la iglesia, San Adalberto, obra del pintor Antonín Lhota data a su vez del siglo XIX. El señor Sochor nos enseña también un cuadro del abad Wolfgang Selender de Prosovice.
"El abad regaló el cuadro a la iglesia local. De interés especial resulta el que en la obra aparezca una imagen del monasterio de Broumov y de la ciudad del mismo nombre tal como eran en el gótico. O sea que se trata de la más antigua imagen de este lugar".
Al concluir el recorrido por la iglesia de San Adalberto, Premysl Sochor nos enseña todavía un hermoso órgano que data del año 1689.
En compañía del señor Sochor, visitamos también el liceo local en el que en el pasado estudiaron destacados representantes de la nación checa, entre ellos el primer arzobispo de Praga, Arnost de Pardubice. Luego entramos en la biblioteca, en la que nos encontramos rodeados de libros, aunque Premysl Sochor afirma que se ha conservado sólo una pequeña parte de las obras que había aquí antaño.
"En la biblioteca hay unos 17 mil libros de diversa orientación y disciplinas científicas. Antaño la biblioteca disponía de más de 67 mil libros. Lamentablemente, debido a diversos sucesos históricos, algunas publicaciones desaparecieron. Fueron llevadas a otros sitios o fueron destruidas. Tenemos aquí obras en varios idiomas, en latín y en alemán, por ejemplo. Una curiosidad son los libros del Viejo Testamento en siete idiomas. Cada uno de esos tomos pesa 20 kilos", indica Premysl Sochor.Premysl Sochor nos muestra también un hermoso globo terrestre del año 1712, comentando que en el mismo no aparece Australia, ya que entonces ese continente todavía no había sido descubierto.
Después de la biblioteca entramos al refectorio del monasterio de Broumov. Premysl Sochor nos conduce a una vitrina, donde se encuentra expuesta la más valiosa reliquia del monasterio - la réplica del Santo Sudario de Turín, con el que, según la tradición, fue envuelto el cadáver de Jesús.
"La réplica de Broumov del Santo Sudario de Turín data del año 1651. Se trata del único lienzo de estas características que existe en Europa Central. Y en el mundo hay sólo 40 réplicas del Sudario. Al igual que en el original, también en el de Broumov es posible distinguir frontalmente una imagen masculina. Fíjense, pueden distinguir fácilmente el rostro, los brazos y las piernas".Premysl Sochor recuerda que el lienzo lo descubrieron en 1999 en la iglesia de San Adalberto por pura casualidad. Afirma que la reliquia es auténtica. Además de aparecer en el lienzo la inscripción "Extractum Originali", o sea, extraído del original, junto al sudario encontraron también un documento que confirmaba que la reliquia es una réplica del venerado Santo Sudario de Turín. Esta fue regalada al abad Matous Ferdinand Sobek de Billenberk, posteriormente arzobispo de Praga, quien a su vez la obsequió al monasterio benedictino de Broumov.
Premysl Sochor, del monasterio benedictino de Broumov, nos conduce ahora al subsuelo del convento."Debajo del monasterio hay toda una red de sótanos y pasillos subterráneos. Penetramos justamente en uno de los sótanos. Aquí pueden ver numerosas momias. Son más de 30 en total, habiendo sido depositadas en Broumov temporalmente. Las momias fueron traídas aquí de la iglesia de San Procopio, de la cercana ciudad de Vamberk".
Premysl Sochor nos explicó que a Broumov las momias tuvieron que ser trasladadas debido al mal estado de la iglesia de Vamberk y de las condiciones climáticas inadecuadas existentes en ella. Las momias comenzaron a descomponerse y una veintena de ellas tuvieron que ser enterradas. Se logró salvar al resto sólo gracias a que fueron trasladadas a tiempo al monasterio de Broumov.
El frío que reina en los sótanos del convento nos penetró hasta en los huesos, así que con gusto aceptamos la invitación del señor Sochor a tomar con él una taza de té.
Sentados cómodamente en un sofá y tomando el caliente té, prestamos atención al señor Sochor, quien se dispuso a contarnos en breve la historia del monasterio.
"El rey checo, Premysl Otakar Primero, de la famosa dinastía real checa de los Premislitas, regaló en 1213 la meseta de Broumov a la Orden de San Benito de Praga-Brevnov. A principios del siglo XIV, los monjes benedictinos comenzaron a levantar en Broumov un convento con una iglesia consagrada a San Adalberto".
Con el tiempo el monasterio fue extendiéndose y junto al mismo surgió la ciudad del mismo nombre. A lo largo de siglos el convento fue un importante centro espiritual y cultural de Bohemia del norte.
En el siglo XX, no obstante, la historia del monasterio comenzó a escribirse con letras negras. En 1939 el monasterio fue clausurado por los nazis. Después de la guerra, a su vez, los benedictinos alemanes fueron expulsados del territorio checo y los monjes de origen checo se trasladaron a Praga.
Durante la época comunista habían sido internados en el monasterio de Broumov sacerdotes y monjes de diversas ordenes religiosas. Vivían en difíciles condiciones, siendo enviados, además, a trabajos forzados.
Con los cambios democráticos en el país, después de 1989, el monasterio fue devuelto a la Orden de San Benito. Debido, no obstante, a que en la RCh quedaron pocos monjes de esa orden y que tienen su sede en Praga, el monasterio de Broumov quedó vacío. Sin embargo, y a pesar de ello, para los turistas tiene un gran encanto.