Pinturas españolas en la Galería Nacional de Praga
En la edición anterior hablamos de las pinturas españolas expuestas en el castillo de Nelahozeves, en Bohemia Central. Vamos a continuar nuestra excursión por las colecciones de arte español en la República Checa. Nos trasladaremos para ello a la Galería Nacional de Praga.
La primera obra a la que dedicaremos nuestra atención surgió hacia el año 1590 y se encuentra en el Palacio de Sternberk, que alberga una parte de las colecciones de la Galería Nacional. Lleva por título "Pecho de Jesucristo" y su autor es El Greco. El pintor individualiza en esta obra la figura de Jesucristo que aparece en la pintura "Expolio de Cristo" que guarda la catedral de Toledo.
Cristo, habitualmente representado como todopoderoso y reinante, se convierte en este cuadro en un Cristo - hombre, lleno de sentimientos. Su sumisión y humanidad las podemos percibir en el desnudo cuello, en los ojos plenamente abiertos, y en la mirada dirigida hacia lo alto. Los toques rápidos de color blanco en las pupilas dan a sus ojos una expresión soñadora. Se dice que como modelo sirvió al pintor su hijo, Jorge Manuel.
El autor de la siguiente obra española de la Galería Nacional de Praga es el pintor José Ribera, denominado también Giuseppe Ribera o cariñosamente "Lo spagnoletto", ya que pasó gran parte de su vida en Italia. Al principio de su carrera artística Ribera aprendió de los pintores italianos pero posteriormente fue él quien influyó en la pintura napolitana. Su típico estilo de pintura - el claroscuro, aprovecha las superficies negras y oscuras que alternan en contraste con superficies claras cuando modela plásticamente a sus personajes.
El cuadro de Ribera, que posee la Galería Nacional de Praga, representa a San Jerónimo al traducir la Biblia. Jerónimo, quien tradujo tanto el Viejo como el Nuevo Testamento, era uno de los cuatro padres occidentales de la Iglesia. Suele ser representado como un anciano de pelo gris. Así es también en nuestro caso.
El cuerpo del anciano pintado de una manera muy realista contrasta con la blancura del rollo de papel que luce en el cuadro, por su pureza e inmortalidad. En la pintura aparece un león como símbolo de victoria y Cristo y en contraste, el típico bodegón barroco, el memento mori - una calavera que recuerda la vanidad de la vida.
Y ahora nos trasladamos al siglo diecinueve pasando a las pinturas de uno de los mayores maestros del arte español - Francisco Goya y Lucientes. En 1815 retrató a Miguel de Lardizábal, un personaje de destino agitado, diplomático de origen mexicano que se instaló en Madrid.
En los años 1814 y 1815 Lardizábal fue Ministro de las Indias, posteriormente fue desprovisto de su cargo y enviado al exilio. Al subir al trono Fernando VII, Miguel de Lardizábal volvió al poder pero no se mantuvo en él mucho tiempo y lo enviaron de nuevo al exilio.
Como ya dejamos dicho, el retrato surgió en 1815 en la finca de la Quinta del Sordo en las afueras de Madrid. Se trata de una obra tardía de Goya perteneciente a sus pinturas negras. El pintor trabaja con muchas tonalidades del negro que se van volviendo más claras con lo que contrastan los toques rápidos del pincel con el amarillo y rojo. El estilo recuerda las pinturas impresionistas de finales del siglo 19.
Y ahora pasamos a las obras gráficas de Goya. La Galería Nacional de Praga posee muestras de todos los ciclos gráficos del pintor: Caprichos, Desastres de la guerra, Tauromaquia y Disparates o proverbios.
La obra "Disparate matrimonial" representa a una pareja unida en un ser humano. Debería representar la voluntad común de los esposos pero como se puede observar no es así. Los esposos ni siquiera pueden coincidir en qué dirección van a caminar. Goya critica aquí los vicios del hombre, su moral, dando especialmente un aspecto negativo a la mujer.
Lafuente Ferrari, uno de los conocedores de la obra de Goya, lo explica como una desilusión de un hombre de 50 años que ve en la mujer sólo una fuente de coquetería y perdición.
Otra de las pinturas de Goya guardada en la Galería Nacional de Praga pertenece al ciclo Caprichos. "De aquellos polvos provienen estos lodos", dice la inscripción que acompaña el cuadro. Goya comenta la existencia de una mujer que vive de la prostitución con las siguientes palabras: de tal mugre no puede surgir otra cosa que mugre, condenando los tribunales de aquella época.
La obra "Modo de volar" del año 1815, del ciclo Disparates y proverbios, se acerca aún más al arte moderno, representando visiones sueltas del subconsciente. Hay que recordar que Francisco Goya fue el pintor predilecto de los impresionistas y surrealistas, hablándose de él a veces como del primer pintor moderno.
Poco a poco nos hemos aproximado al siglo veinte y a otro gran maestro español - Pablo Picasso. Pero antes de hablar de él unas pocas palabras sobre el hombre gracias al cual también los checos pueden admirar las obras de Picasso sin tener que salir de su país.
Se trata de Vincenc Kramár, uno de los más importantes historiadores del arte checos, que vivió de 1877 a 1960. Como otro destacado historiador del arte checo, Max Dvorák, también Vincenc Kramár estudió en la Universidad de Viena.
Y como provenía de una familia adinerada, después de terminar la carrera en Viena emprendió un viaje de estudios por Europa. Visitó Inglaterra, Alemania, España - ésta después de recibir una recomendación personal de Pablo Picasso. Pero el año decisivo fue 1910 en que Kramár visitó París. Se familiarizó con las personas que se movían en los medios artísticos y entabló contactos estrechos con el coleccionista y galerista Henri Kahnweiler.
Este le servía de intermediario para hacer muy buenos negocios, y le facilitó la compra de pinturas cubistas - sobre todo de George Braque y Pablo Picasso. Y aquí se encuentra la base de la amplia colección de cuadros de Picasso que actualmente posee la Galería Nacional de Praga.
Primero nos detenemos ante el autorretrato de Picasso de 1907, el mismo año en que surgieron "Les demoiselles d´Avignon/Las señoritas de Aviñón". El rostro aparece como si fuera tallado de otro material con grandes ojos en forma de almendras. Aquí Picasso se inspiró probablemente en el arte románico. Los ojos parecen expresar algo entre una profunda concentración y sorpresa.
Se trata de un autorretrato que se convirtió en el emblema de la gran exposición realizada en 1990 en Barcelona en el Museo Picasso bajo la denominación de Cubismo en Praga. El retrato de Picasso aparecía en la portada del catálogo y asimismo en los carteles que presentaban la exposición.
El siguiente cuadro representa parte de una mujer desnuda. Otra vez, como si la figura fuera tallada de un metal pesado. En este caso Picasso se dejó inspirar probablemente por las antiguas esculturas ibéricas para las que eran típicas las abreviaciones de forma.
Y pasamos a la siguiente obra - un bodegón cubista típico - denominado "Recuerdo de La Haya". Lo interesante en este cuadro es que el motivo principal está situado dentro de un óvalo que tiene forma de una almendra. Esta forma tiene varias explicaciones. Puede simbolizar un embrión. El Cristo bizantino se representaba en una mandorla. Al mismo tiempo el óvalo es la forma típica de las madonas italianas colgadas en los dormitorios.
El "Recuerdo de La Haya" comprende los elementos típicos del cubismo - cifras, objetos multiplicados, letras. Entre ellas aparecen también una "Ma" y una "Jo". ¿Por qué?
En aquella época empezó la relación amorosa entre Picasso y Marcela Humbert. Entonces en París era muy popular un cuplé en el que se cantaba: O Manon, ma jolie, mon coeur te dit bonjour - O Manon, mi guapa, mi corazón te dice buenos días, y así desde 1911 aparecen en los cuadros de Picasso las letras "MA" o "JO". A pesar de su carácter abstracto las obras reflejan de este modo la vida íntima del pintor.
Y pasamos a un cuadro completamente distinto - "Mujer de pie", del año 1921. En 1917 Picasso viajó bajo la influencia del poeta Jean Cocteau a Roma y Pompeya donde se inspiró por las estatuas romanas. La mujer de la pintura da una impresión monumental, repele y atrae al mismo tiempo como una enorme fuente de fuerza vital.
Nos despedimos de Picasso y de la Galería Nacional de Praga con la pintura que representa la cabeza de una mujer y que procede del año 1941. Este cuadro fue presentado al público checo en la gran exposición Arte de la España Republicana - artistas españoles de la escuela parisiense, celebrada en los meses de enero y febrero de 1946 en la capital checa.
Como varias otras obras expuestas entonces se quedó en el país ampliando las colecciones del arte español en la República Checa.