Alquimistas en la corte de Rodolfo II
El emperador Rodolfo II que residió en el Castillo de Praga desde 1583 hasta su muerte en 1612, se interesó a lo largo de su vida apasionadamente por la alquimia. El monarca conoció la ciencia alquimista a la edad de once años en la corte de Madrid donde se educaba. Durante el reinado de Rodolfo II Praga hospedó a todos los destacados alquimistas de la época. En la Academia Alquimista Praguense se mezclaba la vieja sabiduría con las nacientes ciencias naturales. Se sospecha, entretanto, que algunos ilustres alquimistas hayan compaginado la transmutación de metales en oro con misiones de espionaje. Uno de ellos firmaba sus reportes con la sigla 007.
El filósofo, matemático, coleccionista de libros, espiritista y alquimista John Dee fue reiteradamente acusado de herejía, brujería y espionaje. La biografía de este personaje que vivió entre 1527 y 1608 recuerda una novela de aventuras. John Dee viajó por toda Europa y de sus viajes enviaba a la reina Isabel I reportes que firmaba con la sigla 007... Siglos después sería la del agente James Bond.
En 1583 John Dee viajó con el alquimista inglés Edward Kelley a Europa Central. Pasaría la mayoría de su tiempo en Cracovia y en Praga. Las relaciones de John Dee con el reino checo tenían una larga tradición. En 1563 John Dee publicó en Amberes su obra más engimática, titulada "La mónada jeroglífica", que dedicó al padre de Rodolfo II, el emperador Maxmiliano II que era también rey checo y húngaro.John Dee ofreció un libro suyo también al emperador Rodolfo II. Ello tuvo lugar durante la audiencia en el Castillo de Praga en 1584. El alquimista inglés llegó a ser recibido por el desconfiado monarca gracias a una intervención del embajador de España. Algunas fuentes señalan que John Dee presentó a Rodolfo II un impresionante juguete mecánico: un escarabajo volador, con el que ya había deslumbrado durante la coronación de la reina de Inglaterra, Isabel I.
John Dee irritó a Rodolfo II con sus pronósticos sobre el ocaso de su gobierno y el emperador le prohibió en junio de 1586 la estancia en todo el reino checo. El grande checo Guillermo de Rozmberk no acató la orden del emperador y ofreció a John Dee asilo en su sede en la ciudad de Trebon, en Bohemia del Sur. El alquimista realizaba en el palacio de Trebon sesiones espiritistas y con su colega Edward Kelley intentaba obtener la piedra filosofal.A principios de 1589 el mago donó a Guillermo de Rozmberk sus libros y su piedra pulida que le servía supuestamente para comunicarse con seres de esferas superiores y a través de Alemania regresó a Inglaterra.
A John Dee dedicó una novela el escritor de habla alemana Gustav Meyrink que residió largos años en Praga. La novela, titulada "El ángel de la ventana occidental", parte de un episodio, registrado en el diario del alquimista. El 21 de noviembre de 1582 John Dee anotó en su diario que en la ventana occidental de su gabinete de trabajo se le apareció el ángel Uriel en forma de un niño y le donó una piedra pulida de color negro. Según el alquimista, era la piedra de la profecía que hacía posible la comunicación con seres superiores.
Mientras que el agente 007 John Dee abandonó las tierras checas tras cumplir su misión de espionaje para la reina Isabel I, su colega alquimista Edward Kelley quedaría en el reino checo hasta su muerte.Edward Kelley se desempeñara en su Worcester natal como escribano. Tras haber falsificado un documento oficial, el verdugo le cortó las orejas. Kelley huyó y su vida cambió radicalmente tras encontrarse con John Dee. Juntos viajaron a Polonia y Bohemia dándoselas durante el viaje de magos y nigromantes.
Kelley pasó algún tiempo en la residencia de los nobles Rozmberk, en la ciudad de Trebon, y en julio de 1589 se mudó a Praga para ponerse al servicio de Rodolfo II. Para ser admitido entre los alquimistas de la corte de Rodolfo II tuvo que someterse a un examen ante el astrónomo, botánico, alquimista y médico del emperador, Tomás Hájek de Hájek.
La actuación de Edward Kelley durante el examen fue impresionante. Según el testigo presencial, el médico y alquimista francés, Nicolás Barnaud, el alquimista inglés vertió una gota de un aceite color carmesí a medio kilo de mercurio y lo transmutó en oro.
En febrero de 1590 Rodolfo II otorgó a Edward Kelley un título nobiliárquico, pero poco tiempo después lo arrojó a las mazmorras del castillo de Krivoklát. Una versión reza que fue para que confesara las estafas cometidas o revelase al emperador el secreto de la preparación de un precioso elixir. Y según otra versión, Kelley fue encarcelado por haber matado en un duelo a un sirviente del emperador.
Al intentar huir, el aventurero Kelley se fracturó una pierna y el médico tuvo que amputársela. El emperador lo indultó, pero el inglés, una vez en libertad, contrajo muchas deudas que lo llevarían a la cárcel en la ciudad de Most, en Bohemia del Norte. Su intento de fuga fracasó y el alquimista decepcionado, agotado y enfermo, se envenenó.
En Praga se han conservado dos casas relacionadas con las estancias de Edward Kelley: la llamada casa de Fausto que el alquimista adquirió en 1590, y la denominada casa del Asno en la Cuna. En la esquina de esta última casa se alza una torre de la que se disfruta un hermoso panorama del Barrio Pequeño y de la Ciudad Vieja de Praga. Y precisamente en la torre tenía Kelley su secreto taller alquimista.