Fuentes medicinales de Karlovy Vary están en peligro
En esta edición les ofreceremos un tema muy preocupante: "La febril construcción de hoteles pone en peligro el futuro de los manantiales medicinales de Karlovy Vary".
Y es que la ciudad de Karlovy Vary asienta sobre una placa de granito en la que las pesadas máquinas de construcción y el tráfico rodado abren pequeñas fisuras. Precisamente por estas minúsculas grietas escapa a la atmósfera el dióxido de carbono que en circunstancias normales impulsa las aguas minerales de las grandes profundidades a la superficie.
El dióxido de carbono actúa como un eficaz propelente que hace brotar de la profundidad de 3 mil metros también el más potente y más caudaloso manantial de Karlovy Vary, el Vrídlo, cuyo chorro alcanza una altura de 12 metros.
Si todo el gas propelente escapara por las grietas a la atmósfera, las aguas minerales de Karlovy Vary se quedarían en las grandes profundidades, debajo de la placa de granito. Sería el fin de la ciudad termal.Los geólogos son conscientes del peligro que se cierne sobre las fuentes de Karlovy Vary, pero no se les presta atención. El Ayuntamiento local ha autorizado incluso la construcción de tres gigantescos hoteles en un lugar geológicamente sensible.
En el pasado solían colocarse los cimientos de los edificios en Karlovy Vary a escasa profundidad. La actual construcción de hoteles de grandes dimensiones requiere excavar tierra a gran profundidad y ello amenaza con dañar la placa de granito sobre la que asienta el balneario de Karlovy Vary.
Además, el subsuelo de Karlovy Vary ya sufre un lastre del pasado. Sobre la maltrecha placa de granito fue erigida en los años 60 del siglo pasado una nueva columnata, de enorme peso, que sustituyó las ligeras y gráciles estructuras de la anterior columnata, en estilo art nouveau. El sobredimensionado hotel Thermal provocó también desequilibrios en el sensible subsuelo de Karlovy Vary.Y que éste es supersensible a los cambios de las condiciones geológicas, ello ya se puso en evidencia en los años 20 del siglo pasado. Al producirse un derrumbe en las minas de carbón de Sokolov, distantes 20 kilómetros, el manantial Vrídlo desapareció por algún tiempo.
Las grietas que surgen ahora en los muros de la iglesia barroca de Santa María Magdalena, ubicada sobre una fractura geológica, indican que en el subsuelo de Karlovy Vary se están gestando procesos geológicos, capaces de poner en peligro los manantiales termales.