El palacio de Bechyne - sede del príncipe renacentista Petr Vok
A unos treinta kilómetros de la ciudad de Tábor, en Bohemia del Sur, se encuentra el palacio de Bechyne. Aunque lleva el nombre de la familia noble de Bechini, en la memoria de los checos está inseparablemente vinculado con otra antigua estirpe poderosa, los Rozmberk. Bajo el dominio de Petr Vok de Rozmberk, un verdadero príncipe renacentista al estilo italiano, el palacio vivió, en la segunda mitad del siglo dieciséis, el período de su mayor auge.
Después de extinguirse los Premislitas por línea paterna, en 1306, el poder en el Reino de Bohemia pasó a otra dinastía real, los Luxemburgos. Ya durante el reinado de los Premislitas empezaba a crecer alrededor de las murallas del castillo una ciudad a la que Juan de Luxemburgo le otorgó, en 1323, los fueron reales de ciudad medieval y mandó amurallarla.
Tanto el palacio como la ciudad llevan el nombre de los Bechini, estirpe aristocrática que en los siglos XIV y XV poseía el feudo de Bechyne. Su origen se remonta a los burgraves que ya en el siglo XIII servían a los Premislitas. El castillo y, más tarde, el palacio de Bechyne cambió varias veces de dueño. El más conocido fue, según explica la guía turística, Nada Podarilová, Petr Vok de Rozmberk que adquirió el castillo en 1569. Con su llegada a Bechyne, para la ciudad y el castillo empezó una época de florecimiento.
"Petr Vok construyó al lado del castillo, que ya no cumplía con los requisitos para una vivienda cómoda, un palacio, inspirándose en las villas renacentistas de los príncipes italianos. Su arquitecto fue el italiano Baltazar Maggi, conocido también por otros edificios renacentistas que construyó en las tierras checas".En el siglo XVI, entre los aristócratas jóvenes se pusieron de moda los viajes de reconocimiento a Europa Occidental. Los caballeros solían estudiar en el extranjero sobre todo Derecho y Economía, absorbiendo a la vez las nuevas corrientes culturales y arquitectónicas que, tras regresar al Reino de Bohemia, aplicaban en sus sedes.
La nobleza checa de confesión evangélica viajaba a los países protestantes, como Holanda e Inglaterra, mientras que los católicos preferían Italia. Un gran impulso para la imitación de la arquitectura renacentista italiana entre los señores feudales checos fue la luna de miel que el rey bohemio, Maxmiliano, realizó a ese país en los años 1551 y 1552, acompañado por los representantes más destacados de la aristocracia checa.
Petr Vok procedía de los Rozmberk, una poderosa estirpe checa cuyos dominios se extendían prácticamente en todo el territorio de Bohemia del Sur. Mientras que la cabeza de la familia, Vilém, levantó su sede representativa en el castillo de Ceský Krumlov, inscrito hoy en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, su hermano menor tuvo que contentarse con Bechyne.
La guía turística, Nada Podarilová, adelanta que aunque los Rozmberk confesaban la fe católica, la educación del jóven Petr Vok, nacido en 1539, se vio influida por el espíritu luterano que trajo a los dominios de los Rozmberk la esposa de su hermano mayor, Vilém, Katerina.
"Al cumplir los 22 años de edad, Petr Vok emprendió un viaje a Holanda e Inglaterra que dejó en él una profunda impresión, influyendo sobre sus opiniones religiosas y políticas. Hasta sus 41 años, Petr Vok llevó una vida liviana, rodeado de mujeres y despilfarrando dinero. Todo cambió en 1580 cuando se casó con Katerina de Ludanice, una noble de 14 años, de la fe evangélica, por la que se convirtió al protestantismo".
La ceremonia nupcial se efectuó en la sala más representativa del palacio que hoy en día lleva el nombre de Petr Vok."Las bodas duraron varios días, consumiéndose más de 35 litros de vino y 30 litros de cerveza. Con motivo de su casamiento, Petr Vok mandó adornar la entrada con murales que representan a Adán y Eva como los primeros padres de la historia. Las ceremonias nupciales se celebran aquí hasta el presente y, como la sala tiene una buena acústica, también es escenario de conciertos y funciones de teatro".
En la actualidad recuerda la presencia de Petr Vok en Bechyne una exposición en la que se pueden ver, por ejemplo, recuerdos de su viaje a Inglaterra, tales como un retrato de la reina Isabel con la que se entrevistó en Londres, así como un plano de la capital inglesa y otras ciudades que visitó.
"Está expuesta también una parte de la correspondencia entre Petr Vok y su esposa. Petr le trataba a Katerina, en bromas, "mi querida abuela", y ella le respondía "mi querido abuelo", por la diferencia de 27 años de edad que los separaba. Se exponen también sus instrumentos de medición porque Petr Vok era un gran aficionado a la ciencia, la astrología y la alquimia, así como un par de libros que coleccionaba y promovía su impresión".
Nada Podarilová, nuestra guía, precisa que para divertir a los visitantes, la administración del palacio organiza cada verano visitas nocturnas con escenas de la vida de Petr Vok.
"En cada sala hay actores que presentan lo que, con toda probabilidad, haya sucedido aquí, por ejemplo, ejecutan una entrevista de Petr Vok con su hermana Eva conversando sobre los preparativos para la boda, o en otra escena Petr Vok conversa con su payaso sobre las deudas que pesaban sobre el dominio de Bechyne".
La arquitectura y la decoración pictórica del palacio de Bechyne unen en sí de manera digna de atención la tradición católica de Italia y las influencias protestantes de Holanda. La habitación más hermosa del palacio es el dormitorio de Petr Vok y eso debido al techo cuyo autor fue el pintor italiano, Antonio Melani.
"El techo es una expresión artística de dos lemas que Petr Vok adoptó tras una sublevación de sus estanqueros que trataron de asesinarle: "Recuerda la muerte" y "Medita sobre la Eternidad". El levantamiento fue suprimido y los sublevados ejecutados, pero la proximidad de la muerte impresionó a Petr Vok tanto que desde entonces siempre llevaba consigo una calavera. En ocho lunetas mandó plasmar las virtudes y los vicios. Mientras que las virtudes son plasmadas como mujeres, los vicios como hombres, lo que simboliza que la virtud es frágil como la mujer, pero para conseguirla, tenemos que superar obstáculos que a veces son fuertes como el hombre".
Después del fallecimiento de su hermano mayor, en 1592, Petr Vok se convirtió en cabeza de los Rozmberk, trasladando su sede a la ciudad de Ceský Krumlov. Y como el endeudamiento de su familia no era pequeño, fue obligado a vender el dominio de Bechyne, en 1601, al emperador Rodolfo II.
Así concluyó el período de mayor auge del palacio de Bechyne que visitamos en esta edición de "Radioviajes". Cabe agregar que Petr Vok falleció diez años más tarde, y por no tener descendientes, con su muerte se extinguió todo el linaje de los Rozmberk.