Dos discapacitados checos acusan a la RCh de discriminación ante el Tribunal Europeo para los Derechos Humanos
Dos ciudadanos discapacitados checos, en sillas de rueda, recurren al Tribunal Europeo para los Derechos Humanos en Estrasburgo, acusando a la República Checa de discriminación.
Desde 1994 está vigente en la República Checa una legislación que exige que todos los edificios públicos construidos después de esa fecha deben tener acceso sin barreras arquitectónicas. Desgraciadamente, la realidad es diferente.
La visita a los edificios públicos, de los tribunales o de los centros sanitarios se convierte para los discapacitados en sillas de rueda en una serie de experiencias traumáticas. Lo que los demás ciudadanos realizan en varios minutos, las personas con handicap tardan en solucionar varias horas.
El transporte público constituye para los discapacitados otro problema. La mayoría de los tranvías, autobuses y estaciones del metro no tienen acceso sin barreras arquitectónicas. Y si un discapacitado desea viajar en tren, debe anunciarlo seis días con antelación y estar en el andén media hora antes de la partida.
Un matrimonio de Prerov ha documentado detalladamente la situación en esa ciudad morava, descubriendo que más de dos centenares de edificios públicos, construidos después del año 1994 no disponen de acceso sin barreras arquitectónicas.
El matrimonio se dirigió a las autoridades correspondientes checas, pidiendo la mejora. Sin éxito. Por ello no le quedó otro remedio que presentar una querella judicial ante el Tribunal Europeo para los Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo.
¿De qué se acusa al Estado checo? Pues de violar sus propias leyes. En caso de que el tribunal falle a favor del citado matrimonio, se tratará de un precedente en el que se pueden basar otros miles de discapacitados checos si deciden presentar una querella semejante. Es que Prerov es tan sólo una de las muchas ciudades checas que pasan por alto las necesidades de sus habitantes discapacitados...