El mal de las vacas locas
El mal de las vacas locas es ahora la pesadilla del Viejo Continente. En vacas inglesas, francesas, gallegas, y hasta en pintorescas vaquitas suizas proliferan los priones, proteínas infecciosas que transforman el cerebro de los pacíficos rumiantes en una agujereada esponja. El mal de las vacas locas se ha registrado también en Alemania, vecina de la República Checa. Hasta el momento, en Chequia no se ha detectado ningún caso de esta enfermedad llamada científicamente "encefalopatía espongiforme bovina", pero el país no puede considerarse a salvo.
El mugido del pobre rumiante es un reproche al ser humano que en su afán de lucro ha obligado a los herbívoros bovinos a consumir piensos de harinas animales, es decir, a alimentarse de los restos de sus semejantes. En la República Checa, las harinas animales causantes del mal de las vacas locas, nunca se han utilizado para la producción de piensos para el ganado bovino.Así lo afirma el director de la máxima autoridad veterinaria del país, la Administración Veterinaria Estatal.
Desde 1991 está prohibido en Chequia el uso de las harinas animales para la alimentación del ganado bovino y éstas se utilizan solamente en piensos destinados para cerdos y aves. Los especialistas del control veterinario admiten que no es posible controlar si todos los ganaderos del país respetan la prohibición, pero opinan que el elevado precio de las harinas animales disuade en Chequia de alimentar con ellas el ganado bovino.
Surge lógicamente la pregunta de si no se han creado focos de la infección antes de la prohibición del uso de las harinas animales en el país en 1991.Los especialistas veterinarios afianzan que las harinas animales de producción nacional no representan peligro alguno. Los restos animales de los mataderos son procesados en Chequia desde 1961 a temperaturas que oscilan entre los 130 y los 140 grados sobre cero. Tan elevadas temperaturas destruyen hasta los priones que provocan el mal de las vacas locas.
En Gran Bretaña contribuyó para la propagación del mal precisamente el hecho de que los restos de los animales eran procesados a bajas temperaturas, y cien grados sobre cero no bastan para destruir los priones que invaden el cerebro de los rumiantes.
En Chequia no se ha registrado todavía ningún caso de bovino contagiado con el mal de las vacas locas, pero el país no se considera a salvo del peligro. Los veterinarios se contentarían con la clasificación de Chequia como país todavía libre del contagio.
Para prevenir la propagación del mal de las vacas locas, a partir del próximo 1 de enero, en Chequia empezarán a utilizarse novedosos tests de la enfermedad en el ganado bovino. En la actualidad se realizan chequeos microscópicos de entre 200 y 300 muestras, procedentes de animales con síntomas sospechosos. En el futuro se realizarán tests inmunoquímicos, lo que permitirá realizarlos también en animales sanos.
Los priones que causan el mal de las vacas locas provocan en el Hombre la enfermedad Creutzfeldt- Jacob que destruye el cerebro. Jan Cerný, de la Universidad Carolina de Praga, teme el futuro.Según el cientíifco checo, existe el peligro de que el número de personas contagiadas en Europa por la nueva variante de la enfermedad Creutzfeldt-Jacob ya haya superado cierto peligroso nivel y que la infección pueda empezar a propagarse masivamente por ejemplo a través de las transfusiones, los trasplantes y el instrumental médico.