Productos cárnicos checos no están contagiados por el mal de las "vacas locas"
Los productos cárnicos checos, como patés, salchichas y salames no están contagiados con la variante humana del mal de las "vacas locas", la enfermedad Creutzefeld-Jacobs. Así lo confirmaron exámenes especiales, realizados en laboratorios de Alemania.
Los resultados de los exámenes, en los que fueron incluidos 35 productos de carne diferentes fabricados por varios combinados cárnicos checos, son tranquilizadores. Los especialistas alemanes no detectaron restos de tejido nervioso - el cerebro o la médula espinal bovina - que pudieran estar contagiados con el mal de las "vacas locas" en ninguno de los productos sometidos al análisis, incluidas las salchichas más baratas.
Personeros de la Administración Veterinaria Estatal checa afirmaron estar satisfechos con los resultados de los exámenes, ya que los mismos demostraron que los combinados cárnicos de este país se acogieron a las medidas extraordinarias decretadas después de que fuera descubierto, en una granja de la región de Moravia, el primer caso de encefalopatía espongiforme bovina en la República Checa.
Los resultados de la prueba, indican los especialistas, son un alivio para los consumidores checos, así como para los productores de combinados cárnicos de este país, porque el peligro de la presencia de priones causantes de la enfermedad del mal de las "vacas locas" es menor en el caso de la propia carne de vacuno que en el de los productos derivados como salchichas, patés y salames.
Como apuntara el diario checo Mladá Fronta Dnes, el mismo laboratorio de la ciudad alemana de Giessen realizó hace poco una prueba similar de productos cárnicos fabricados en Alemania, descubriendo la presencia de restos de tejido nervioso de bovino en un tres por ciento de las muestras examinadas.