¡Mira, una estrella! Llegó la época de las Perseidas

Foto ilustrativa: Outaki / Pixabay CC0

Las Perseidas, o lágrimas de san Lorenzo, cruzan el cielo nocturno cada verano. Hasta decenas de ellas se podrán ver por hora esta semana.

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El enjambre de meteoros llamado Perseidas es un evento celestial que se registra siempre entre el 17 de julio y 24 de agosto. Este año el mayor número de estrellas fugaces, nombre común del fenómeno, se podrá observar en la República Checa en la noche del 12 al 13 de agosto. En este período de tiempo se podrán ver hasta decenas de Perseidas por hora, como dice el astrónomo Jan Veselý.

“En la noche del 12 al 13 de agosto habrá el mayor número de Perseidas. Puede haber hasta 110 por hora, el único problema es que brillará la Luna. Después de la medianoche, o más bien el día 13 en la madrugada, la Luna estará justo por encima del horizonte o ya debajo de él, así que la visibilidad será mejor”.

Jan Veselý,  foto: archivo de ČRo
Observar la lluvia de Perseidas es posible desde toda la República Checa, pero se recomienda evitar las ciudades debido a la alta contaminación lumínica. Las mejores condiciones para observar las Perseidas se dan en las montañas, donde el aire está más limpio y la vista no es obstruida por casas ni árboles.

El astrónomo Jan Kondziolka señala no obstante que hay que tener en mente que la contaminación lumínica no solo tiene que ver con la observación de fenómenos celestiales. Tiene un mayor impacto negativo en los procesos de la naturaleza.

“La contaminación lumínica perturba nuestro sueño, hace daño a la naturaleza, además cuesta dinero. Los astrónomos somos los primeros en llamar la atención sobre este problema”.

Las estrellas fugaces no son estrellas

Aunque el dicho popular dice “Pasa una estrella, desea algo”, las estrellas fugaces en realidad no son estrellas. Son meteoros, es decir, rastros brillantes de partículas muy pequeñas de materia interplanetaria.

Foto: Free-Photos /Pixabay CCO
En el caso de las Perseidas, se trata de los restos del cometa Swift-Tuttle, que fue descubierto por los astrónomos estadounidenses Lewis Swift y Horace Parnell Tuttle en el año 1862.

Los restos cósmicos entran en la atmósfera de la Tierra a una velocidad de 59 kilómetros por segundo. El gas que queda en su trayectoria se ioniza y brilla, lo que da la impresión de una estrella fugaz, como explica el astrónomo Jan Kondziolka.

“Los restos se separan del cometa cuando pasan a través del sistema solar. Cuando dejan un rastro de polvo, parece como si el meteoro brillara”.

La primera mención de las Perseidas proviene de mediados del siglo III d. C., en relación con el martirio de san Lorenzo, uno de los dignatarios de la iglesia que custodiaba propiedades en el Imperio romano.

Durante la persecución de los cristianos, Lorenzo supuestamente desobedeció la orden del emperador romano Valeriano de entregar la propiedad eclesiástica al gobernante, y prefirió distribuirla a los pobres, por lo que fue quemado en la hoguera.

Pocos días después de su ejecución, el 10 de agosto del 258 d. C., cayeron lágrimas del cielo nocturno, y desde entonces el fenómeno ha sido conocido como las “lágrimas de san Lorenzo”. Las estrellas fugaces además parecen salir volando de la constelación de Perseo, por lo que se les dice también Perseidas.

¿Meteoro o meteorito?

Un meteoro es un fenómeno luminoso que se produce cuando un meteoroide atraviesa la atmósfera de la Tierra.

Un meteoroide es un cuerpo menor del sistema solar cuyo tamaño no supera los 50 metros de diámetro.

Un meteorito es el resto de un meteoroide que alcanza la superficie de la Tierra.