Miloš Zeman quiere reconciliar a los políticos checos y elecciones anticipadas

Miloš Zeman, foto: ČTK

Poco tiempo después de la celebración del 20 aniversario de la partición de Checoslovaquia y del anuncio de la polémica amnistía del presidente Václav Klaus, la sociedad checa vivió el fin de semana otro gran suceso en la historia de la joven República Checa. Por vez primera los ciudadanos eligieron por sufragio universal directo a su presidente. El ganador de la contienda fue el antiguo primer ministro Miloš Zeman que derrotó al canciller Karel Schwarzenberg.

Miloš Zeman,  foto: ČTK
A pesar de las gélidas temperaturas los electores checos respondieron positivamente y acudieron a las urnas. A la segunda vuelta de la elección presidencial asistió el 59% de los 8,5 millones de electores convocados. Miloš Zeman ganó los comicios con el 54,8% de los votos, mientras que su rival, Karel Schwarzenberg recibió el 45,2% de los votos.

Miloš Zeman, es el tercer presidente de la República Checa independiente después de Václav Havel y Václav Klaus, pero el primero en ganar las trascendentales elecciones directas.

Durante la presentación de los candidatos a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en la Televisión Checa, Zeman anunció que la reconciliación de los políticos sería uno de sus primeros pasos en caso de ganar.

“Me gustaría lograr que los políticos empezaran finalmente a hablar entre sí, para conseguir acuerdos, que finalmente empezarían a cumplir”, declaró Zeman durante la contienda.

Petr Nečas,  foto: Filip Jandourek / ČRo
A lo largo de su campaña, Zeman no economizó críticas contra el Gobierno del primer ministro, Petr Nečas, y todo parece indicar que continuarán desde el cargo presidencial, según declaró a la Televisión Checa.

“Partiendo de que el Gobierno a duras penas dispone del 8% del apoyo de la población y que el presidente fue elegido de manera directa, esto significa que dispone de un fuerte mandato para criticar al impopular Gobierno de turno”, matizó el presidente electo.

En sus primeras declaraciones el presidente electo, que asumirá el cargo el próximo 8 de marzo, no ocultó que lo mejor para el Gobierno de Nečas sería convocar cuanto antes elecciones generales anticipadas.

La reacción del oficialismo no se hizo esperar y el vicepresidente del gubernamental Partido Top09 y ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, recordó a Zeman que eso no es competencia del presidente.

Miroslav Kalousek,  foto: Filip Jandourek / ČRo
“Tomando en cuenta que la Cámara de diputados es la que decide sobre las elecciones anticipadas y no el presidente de la República, semejantes elucubraciones no tienen peso alguno”, enfatizó Kalousek.

El comentarista del diario Mladá Fronta Dnes, Martin Komárek, coincide en que el presidente de la República no dispone de competencias para convocar unas elecciones generales anticipadas. “Partiendo del ímpetu con el que Miloš Zeman ha vuelto a la política es muy posible que trabajará en esa dirección”, explicó el comentarista.

La campaña de las primeras elecciones presidenciales directas se caracterizó por la polarización de la sociedad. Al lado de Karel Schwarzenberg se puso una significativa parte de los actores, científicos y deportistas; mientras que Zeman fue respaldado mayoritariamente por las capas más amplias de la población, a las que se sumaron los sindicatos y los comunistas.

Karel Schwarzenberg,  foto: ČTK
A nivel internacional el triunfo de Miloš Zeman fue aceptado positivamente, por ejemplo en Bruselas donde se espera que la cooperación con Praga será mucho mejor que con el mandatario Václav Klaus, también Moscú espera una importante intensificación de los lazos con Praga, al igual que la vecina Eslovaquia, el primer país que visitará el nuevo presidente después de su investidura.

De acuerdo con algunos comentaristas, el gran perdedor de las elecciones fue el gubernamental Partido Cívico Democrático. Su candidato Přemysl Sobotka ocupó el penúltimo lugar entre los nueve aspirantes iniciales. El partido de Nečas fracasó tanto en las elecciones regionales como senatoriales y su posterior adhesión a favor de Karel Schwarzenberg terminó también en derrota.