El presidente Klaus sigue siendo enemigo declarado de Miloš Zeman
El presidente electo, Miloš Zeman, fue recibido este martes en el Castillo de Praga por el mandatario saliente, Václav Klaus. Zeman agradeció el respaldo expresado por Klaus durante las elecciones mientras que éste le felicitó por la victoria alcanzada en los comicios.
Protagonizaron mil y una escaramuzas políticas, pero en 1998 firmaron el llamado Pacto de Estabilidad Política que permitió gobernar a la Socialdemocracia, de Zeman, con el apoyo del entonces opositor Partido Cívico Democrático, de Klaus.
En un ambiente afable, ante las cámaras de televisión, el presidente Václav Klaus le dijo a Zeman que pasadas las elecciones todo volvía a ser como antes.
“A pesar de que le dí mi apoyo durante las elecciones, debo decir que sigo siendo su enemigo declarado y que nunca he estado de acuerdo con sus puntos de vista”, dijo sonriente Klaus.
A puertas cerradas Klaus y Zeman analizaron diversos temas, según se supo posteriormente, entre los que no faltaron los preparativos de la ceremonia para el traspaso de la presidencia, el próximo 8 de marzo, así como la actual situación política del país.A pesar de las diferencias que separan a Klaus y Zeman, ambos políticos coinciden en las críticas contra el Gobierno del primer ministro, Petr Nečas, que ha destacado por estar permanentemente en crisis, producto de una coalición inestable.
Después de la reunión con Klaus, el presidente electo, Miloš Zeman, recibió al primer ministro Petr Nečas en su despacho privado que se encuentra a tan sólo 300 metros del Castillo de Praga, sede presidencial.
Entre sus primeras declaraciones después de conocer su victoria electoral, Zeman arremetió contra el Gobierno y aseguró que partiendo del hecho de que el Ejecutivo disfruta del escaso respaldo del 8% de la población, no se oponía a la celebración de elecciones generales anticipadas.Zeman subrayó que en su calidad de presidente salido de las primeras elecciones directas, cuenta con un fuerte mandato de la población, al tiempo que adelantó que a diferencia de Klaus, participará activamente en las sesiones del Gobierno.
Todo parece indicar que el presidente y el primer ministro mantendrán unas relaciones marcadas por fuertes diferencias políticas. No obstante el primer ministro Nečas sostiene que existe voluntad por mantener vivo el diálogo entre el Castillo y el Gobierno lo que pone de manifiesto el buen funcionamiento del sistema constitucional.