Menos autos en las calles, un objetivo arduo para la Semana Europea de la Movilidad
Hasta 23 ciudades checas se han sumado a la Semana Europea de la Movilidad, cuyo objetivo es concienciar a la ciudadanía de un uso más racional y limitado de los automóviles y fomentar el transporte público y alternativas como la bicicleta. La iniciativa, como otros años, destaca por su escaso éxito.
En la República Checa, donde 23 ciudades se han sumado este año a la iniciativa, el evento sigue teniendo poca resonancia y no se registran durante estos días descensos significativos del tráfico rodado.
Uno de los eventos realizados en Praga fue el cierre al tráfico de una calle para que los viandantes pudiesen probar varios modelos de bicicletas convencionales y eléctricas. Uno de los participantes, Vít Masare, de la asociación AutoMat, considera que falta un verdadero apoyo público a la reducción del uso del automóvil.
“Lo de hoy es el resultado del trabajo dogmático de una oficina pública que vio la fecha en el calendario y decidió organizar algo. Y el resultado es lo que vemos, hay poca gente. Mientras que desde los ayuntamientos no comuniquen bien que se está celebrando algo así, que tiene sentido que la gente reflexione sobre la forma en la que va al trabajo, nadie va a respetar esta fecha, eso está claro. En Praga la Semana de la Movilidad no la conoce casi nadie”.Un ejemplo es la repercusión este lunes del Día sin Autos en Karlovy Vary. El transporte público fue gratuito en toda la ciudad, pero la mayor parte de la gente no se enteró, no aumentó el número de viajeros, y la empresa pública de transportes perdió unos ingresos de más de tres mil euros en vano. Para Vít Masare el predominio del automóvil es consecuencia de un largo proceso que es necesario revertir cuanto antes.
“En los últimos diez años no ha habido una gran diferencia en el uso del auto, lo único que mucha más gente ha empezado a ir en bicicleta, algo a lo que por otra parte el Ayuntamiento no ha contribuido mucho. El cambio se ve si nos remontamos a hace 20 años, cuando el 80% de los praguenses viajaba en transporte público. Es una cifra que seguramente ya no vamos a volver a alcanzar, pero tampoco es necesario. Sin embargo es evidente que Praga se ha desarrollado en los últimos años de manera que lo más ventajoso es moverse por ella en auto”.Se calcula que actualmente en Praga el 66% de los desplazamientos se realiza en transporte público, a pie o en bicicleta, y solo el tercio restante en automóvil, algo equiparable a la situación en otras metrópolis europeas. Ciudades como Viena se han propuesto reducir esta proporción del uso del auto al 25%.