Medvédev llega a Praga para cerrar importantes acuerdos comerciales
Dmitri Medvédev, presidente de Rusia, llega este miércoles a Praga por segunda vez durante su mandato. En una visita de menos de 24 horas negociará acuerdos millonarios con su homólogo checo, Václav Klaus.
Las relaciones entre los dos países han tenido en los últimos tiempos momentos de tensión, causados por ejemplo por el proyecto estadounidense, posteriormente desechado, de instalar en la República Checa un radar antimisiles. Tampoco gustó en Moscú el acuerdo de Chequia con Noruega de suministro de gas para reducir la dependencia del procedente de Rusia, o la expulsión de diplomáticos rusos de Praga acusados de espionaje. Pero ninguna de esas cuestiones tiene que ver con la visita actual de Medvéved, cuya finalidad es cerrar importantes acuerdos comerciales bilaterales.
El presidente Klaus, ya reconocía el pasado mes de abril contactos entre los dos países en este sentido.“Entre Rusia y la República Checa tenemos en proceso largas negociaciones. De ellas depende la firma de once o más contratos, y también hay sobre la mesa otra serie de cuestiones”.
Uno de los asuntos principales es la ampliación de la central nuclear checa de Temelín por la que compite un consorcio entre Škoda JS y las compañías rusas Gidropress y Atomstroyexport. Medvédev intentará apoyar este proyecto en detrimento de otras opciones como son la de la estadounidense Westinghouse o la francesa Areva.
Por otra parte se prevé que se cierren acuerdos para que empresas checas reciban encargos millonarios para construir una línea de ferrocarril en los Urales, una central eléctrica, además de que efectúen los trabajos de remodelación de varias fábricas. Medvédev, además de cenar este miércoles con Václav Klaus y su mujer, se reunirá el jueves con el primer ministro, Petr Nečas, y tendrá tiempo de inaugurar en la Caballeriza Imperial del Castillo de Praga la exposición de tesoros procedentes del Kremlin pertenecientes a la dinastía de los zares Romanov. La comitiva de Medvédev estará en todo momento vigilada de cerca por unas medidas de seguridad extraordinarias. En total 700 agentes checos y otros cien llegados de Rusia velarán por su seguridad. Entre ellos se encuentran francotiradores que aguardarán apostados, especialmente en los lugares más sensibles como son el aeropuerto, el Castillo de Praga y el hotel donde se hospedará el presidente ruso. El tráfico de la capital se resentirá cada vez que el mandatario ruso se desplace, ya que se cortarán calles al tránsito.La marcha de Medvédev está prevista para el jueves a las 17:40 horas.