Bob y Bobek, Křemílek y Vochomůrka o Mach y Šebestová son algunos de los protagonistas de los célebres dibujos animados conocidos entre todos los checos
“Levantarse y hacer ejercicio” es una de aquellas frases míticas conocidas en todos los hogares checos. Su autor es Bob, un conejo animado que vive con su colega Bobek en el sombrero del ilusionista Pokuston. Las peculiares ideas de ambos animales desembocan en cada episodio en situaciones difíciles con un desenlace divertido. El ilustrador y caricaturista Vladimír Jiránek creó la primera entrega de la serie en 1978 como parte del ciclo Večerníček, una serie de cortos de animación para niños emitida por la Televisión Checa antes de la hora de dormir. Con un total de 91 episodios, Bob y Bobek representan una de las series de animación checas más extensas. La fama de los conejos llegó en 2015 hasta el Campeonato Mundial del Hockey sobre Hielo que se celebró en Praga. Bob y Bobek se convirtieron en sus mascotas oficiales.
Vladimír Jiránek también dio vida a Pat y Mat, figuras internacionalmente conocidas de la serie '¡Y ya está! ' ('A je to! ') que cuenta las aventuras de dos chicos que hacen bricolaje pero que no son precisamente mañosos. La obra de Jiránek ha cosechado éxito internacional, según recordó el ilustrador para la Radio Checa.
“Por ejemplo, en 1978 obtuve un premio en el festival de cine de Berlín por la película “Qué le hicimos a la gallina”, cuya protagonista ha sacrificado su destino sobre el altar de la civilización consumista. El premio significó mucho para mí. Antes de recibirlo, me preocupaba que la película tal vez no fuera suficientemente expresiva, pero vi que el público la había entendido”.
Después de la Revolución de Terciopelo, Vladimír Jiránek se dedicó especialmente a la creación de caricaturas políticas con las que hacía reír a lectores de numerosos rotativos y revistas checas. Sus dibujos se encuentran incluso en la fachada de la casa natal del padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, situada en el municipio checo de Příbor. El vínculo de Jiránek con Freud se debe al hecho de que el médico aparece como un prototipo de psiquiatra o psicólogo en numerosos chistes del caricaturista.
La voz de los conejos Bob y Bobek pertenece al actor Josef Dvořák. El artista hizo hablar también al protagonista de la serie de cortos 'El Maxiperro Fík' ('Maxipes Fík') que cuenta las hazañas de un perro sobrecrecido y de su ama Ája. La serie nació en 1975 gracias al guionista Rudolf Čechura y el ilustrador Jiří Šalamoun. Josef Dvořák recordó que la particular voz del perro Fík nació bajo unas circunstancias inesperadas; después de una noche de fiesta, según comentó.
“No sé cómo se me ocurrió, pero aquella noche me fumé un puro. Me desperté con una voz totalmente destrozada y empañada. Vaya, pensé, ya que tenía que ir a grabar al estudio. Quería disculparme y explicarlo, esperando que me iba a recuperar. Entré en el estudio, saludé y el director Bedřich comentó con alegría: Es un actor aplicado, entrena mucho para su papel. Señor Dvořák, el perro debería tener esta voz”.
Un auricular de teléfono mágico
Un precursor del teléfono móvil con funciones mágicas es el objeto responsable de las aventuras de Mach y Šebestová, dos alumnos del tercer curso de primaria. Una de las series de animación más conocida nació en 1976 gracias al guionista Miloš Macourek y al ilustrador y caricaturista Adolf Born, quien recordó cómo había surgido una de las escenas más famosas que abre cada episodio.
“Con Miloš Macourek fue genial, nuestra amistad pasó más allá de nuestras profesiones. Algunas películas las realizamos juntos con Macourek y con Jaroslav Doubrava, el jefe de los animadores. Inventamos la escena con Mach deslizándose por una barandilla. A Doubrava se le ocurrió que cuando Mach gire, su oreja podría parpadear como un intermitente de coche. Inmediatamente aceptamos la idea, fue una labor colectiva”.
La inconfundible expresión artística del caricaturista Adolf Born, marcada por un toque grotesco, adorna más de 350 libros. El ilustrador ha cosechado numerosos galardones nacionales e internacionales, entre ellos la distinción honorífica francesa Caballero de la Orden de las Artes y de las Letras.
De una bofetada a la particular voz de Křemílek y Vochomůrka
Křemílek y Vochomůrka son dos duendes de bosque conocidos del corto de animación 'Cuentos del musgo y del helecho' ('Pohádky z mechu a kapradí'), basado en el libro del escritor Václav Čtvrtek. El autor de las figuras es el ilustrador Zdeněk Smetana, que compartió con la Radio Checa el reto de crear los protagonistas.
“Fue tanto trabajo, que pasé casi medio año tirando papeles. Y de repente aparecieron”.
Las anécdotas alegres de los duendes transcurren en parte en su peculiar cabaña de tocón que inspiró el diseño de una parada de autobús situada en el municipio de Němčovice en la región de Pilsen. La voz de ambas figuritas pertenece a la actriz checa Jiřina Bohdalová. La artista reveló para la Radio Checa que la particular voz de los duendes había nacido tras una pelea con su compañero Jiří Sovák.
“Un día le di una bofetada y él me estranguló un poco. En ese momento llegó el director Fryč y preguntó: ¿Qué están haciendo? Según cuenta Sovák, yo le contesté con voz ahogada: 'Nada, solamente estamos aclarando unas cosas'. Desde entonces, decía que Křemílek y Vochomůrka nacieron así”.
“Detrás de una niebla tan densa que se podría cortar, o incluso hasta más lejos, se encuentra el estanquecito Brčálník”. Con esta frase poética comienza cada episodio de la serie sobre Rákosníček, otra figura famosa del taller de Zdeněk Smetana. El vivaracho duende de junco, con el cuerpo verde y siete pelos en la cabeza, protagoniza un total de 39 episodios. Su misión es solucionar problemas en el cielo nocturno, ayudar a los habitantes del estanque y producir clima por encargo. La serie, que apareció en las pantallas de televisión en 1976, fue realizada con la animación con recortes, una variante de la técnica de stop motion. Zdeněk Smetana fue un ilustrador y animador especialmente fructífero. Entre sus otras figuras maestras se encuentran, por ejemplo, los perros Štaflík y Špagetka y la Pequeña Bruja (Malá Čarodějnice). Un gran admirador de su obra es el cineasta y animador Jiří Kubíček, que trabajó con Zdeněk Smetana en la escuela de cine FAMU en Praga.
“Zdeněk Smetana fue particularmente un buen animador. Entró en la historia de cine de animación checo con una escena excelente: un número de rocanrol presentado en el largometraje 'La Creación del Mundo' ('Stvoření světa') de Eduard Hofman en 1958. En los años sesenta empezó a dirigir las películas independientemente. Su área de dominio era el cine de animación, pero dirigió también otras. En total realizó alrededor de 200 filmes”, señaló Kubíček.
Zampacalcetines, una obra maestra del nuevo siglo
El cine de animación checo no son solamente cortometrajes. En el salón de la fama de esta rama cinematográfica entró asimismo el largometraje 'Zampacalcetines' ('Lichožrouti'), creado en 2016. La historia que explica el eterno problema global de la desaparición de calcetines en los hogares se basa en el libro del mismo nombre, publicado por Pavel Šrut y Galina Miklínová, quien reveló el origen de la figura del zampacalcetín.
“Creo que llegó al mundo por primera vez en el libro 'Monstruitas y monstruos' ('Příšerky a příšeti'), donde aparece descrito por Pavel Šrut en el poema 'El zampacalcetín de mi hermana Božka'. Los primeros zampacalcetines no tenían piernas ni manos, eran unos calcetines invertidos. Šrut les añadió las piernas, las manos y las orejas, lo que era un problema y había que rehacer las figuras”.
El protagonista de la película es el zampacalcetín Hihlík, cuya tarea es buscar a su tío Padre, el último superviviente de su familia. Es curioso que el protagonista animado lleve el nombre de un presentador de la Radio Checa, según comentó el coautor del libro Pavel Šrut.
“El presentador Hyhlík fue para mí una figura mística porque durante cinco años nunca lo había visto, pero siempre lo pude escuchar. Su manera de presentar los programas me gustaba mucho, pero no me compaginaba con su apellido. Al final puse su apellido a mi héroe Hihlík, pero escrito con i latina. Porque enfrenta el hecho de llevar un nombre chistoso y a pesar de ello se convierte en un gran héroe”.
La película fue realizada con la técnica de animación por ordenador que permite crear unas imágenes realistas para mantener un equilibrio entre la credibilidad y la ficción. Puesto que las figuras están hechas de textil, este método permite estirar y enredarlas. El objetivo de la animadora Galina Miklínová fue distinguir las imágenes de la producción corriente realizada con tecnologías 3D. Todos los objetos que aparecen en la película llevan encima dibujos hechos a mano. La película fue galardonada en 2017 con el premio León Checo a la mejor escenografía.