Madeleine Albright recibe el premio ‘Checos en el Extranjero’

Madeleine Albright, foto: ČTK

La ex Secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, recibió este jueves en Praga uno de los premios principales de la encuesta ‘Checos en el Extranjero’. El objetivo de la encuesta es dar a conocer a los checos que han destacado en el extranjero.

Madeleine Albright,  foto: ČTK
La encuesta ‘Checos en el Extranjero’ fue organizada por la Radiodifusión Checa y la Televisión Checa con motivo de la Fiesta Nacional, el 28 de Septiembre. La idea es difundir el éxito de los compatriotas que viven en el extranjero, que sobresalen en su campo y que mantienen vínculos con su país.

Madeleine Albright fue una de las galardonadas, pero no pudo recibir su premio hasta ahora que vino a Praga para participar en el Foro 2000.

Albright dijo que la distinción se la debe en parte al ex presidente checo, Václav Havel, con quien mantuvo estrechos contactos de amistad y quien merece gran admiración por todo lo que hizo a favor de la libertad y la democracia en su país.

”Los ciudadanos deberían tener siempre presente todo lo que Václav Havel hizo por la República Checa y recordar lo que es importante para este país, para que siga siendo democrático. Muchas personas han trabajado aquí abnegadamente a favor de la libertad y la democracia y Havel fue quien encabezó todos esos esfuerzos”.

Madeleine Albright en el Jardín Botánico de Praga,  foto: Barbora Kmentová
El premio de la encuesta ‘Checos en el Extranjero’ le fue entregado a Madeleine Albright este jueves en el Jardín Botánico de Praga, donde la ex política estadounidense plantó un bonsái, adhiriéndose a un proyecto denominado ‘Las raíces de las personalidades’.

Otros ganadores de la encuesta son Běla Gran Jensen, de Noruega, que ayuda a los hospitales infantiles en Chequia y Bohdan Pomahač, cirujano plástico que vive en Estados Unidos y que fue el primer especialista del mundo en realizar un trasplante total de rostro.

Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores, en el extranjero viven unos dos millones de ciudadanos de origen checo. Un gran número de esas personas son descendientes de checos que abandonaron su patria a comienzos del siglo XX. No dominan su idioma materno, pero eso no les impide propagar la historia, la cultura, las tradiciones populares y las bellezas naturales del país de sus antepasados.