Luchando contra la esquizofrenia con un teléfono celular
Un nuevo tratamiento contra la esquizofrenia desarrollado por científicos checos consigue reducir las recaídas en hasta un 70%. El método está basado en el contacto con el paciente a través del celular. Sin embargo las aseguradoras médicas todavía no cubren sus costes.
La solución puede ser tan simple como escribir un mensaje de texto a la semana. Un equipo de científicos checos de la Universidad Técnica de Praga y la empresa Comgate, liderados por el psiquiatra Filip Španiel, puso en marcha en 2006 el proyecto Itareps, que se basa en el control a distancia del paciente.
El sistema está basado en el principio de que las recaídas pueden ser predichas a partir de ciertos síntomas, como falta de sueño, intranquilidad, o problemas de concentración. El paciente solo tiene que completar cada semana un formulario indicando cómo se siente, tal como explica el autor del proyecto, Filip Španiel.
“Se usa este formulario en papel donde hay diez preguntas acerca de la sensación de empeoramiento respecto a la semana anterior en cuestiones como el sueño o el apetito. El paciente manda las respuestas a través de un cuestionario en su teléfono móvil, con lo que se crea un algoritmo matemático. Este es analizado por la computadora, y si aparece la configuración que sabemos precede a una recaída, el médico recibe un mensaje. Y ya el psiquiatra se comunica con el paciente y actúa en consecuencia, por ejemplo aumenta las dosis de medicamentos por dos semanas, y eso es suficiente”.
Los pacientes suelen valorar también los efectos psicológicos del sistema, ya que sienten continuamente que alguien los apoya y se preocupa por ellos. Según las investigaciones realizadas en revistas especializadas, el Itareps puede reducir el riesgo de recaída en un 70% o incluso más. La universidad japonesa de Chiba demostró un descenso de rebrotes cercano al 90%.Sin embargo sigue siendo un tratamiento minoritario. En la República Checa, único país donde se aplica, forman parte del programa unos 80 médicos, que atienden a más de 1.100 pacientes. La principal razón de su escasa difusión es, según sus creadores, que las aseguradoras médicas se niegan de momento a asumir sus costes. Vlastimil Sršeñ, director de comunicación de la principal aseguradora médica del país, la VZP, explica los motivos.
“Los psiquiatras de los ambulatorios se han negado a participar. Hay que plantearse la cuestión en un contexto más amplio y preguntarse si un proyecto piloto como este debe probarse en la República Checa, que está pasando por una crisis económica. No entra dentro de lo estándar que el desarrollo de algo así deba ser asumido por las aseguradoras. Que lleve funcionando seis o siete años, en el campo de la psiquiatría no significa nada”.
El resto de aseguradoras sin embargo podrían empezar a aplicar el Itareps el año que viene si se soluciona la forma en la que son retribuidos los médicos, y que de momento parece el principal escollo. El tratamiento, que cuenta con el apoyo explícito del Ministerio de Sanidad, podría suponer al Estado un ahorro de 12 millones de euros anuales, al reducirse el número de hospitalizaciones, según cálculos de sus creadores.