Si conduces, no hables por teléfono
Conducir y hablar por teléfono sin el manos libres, o conducir y responder mensajes de texto, algo tan peligroso como corriente en las carreteras checas será duramente castigado a partir del año próximo.
El número de personas que infringe la prohibición de conducir sujetando el teléfono móvil con la mano va en aumento en la República Checa. Se trata de la segunda infracción más común en las carreteras del país después de la violación de la velocidad máxima permitida.
A lo largo del primer trimestre del año en curso, el Ministerio de Transportes registró cerca de 37.000 infracciones de este tipo, lo que significa un aumento de más de 2000 casos en comparación con el año pasado.
Según las estadísticas de BESIP, la sección de seguridad vial del Ministerio de Transportes, más del 60% de los conductores utiliza un teléfono móvil y la mayoría de ellos sin el sistema de manos libres. Un tercio escribe mensajes mientras conduce y un sexto toma fotografías o graba videos.
En declaraciones a la Radio Checa, el director de BESIP, Tomáš Neřold, recordó a los conductores el peligro que representa manipular un teléfono móvil mientras se conduce.
“Los conductores no se dan cuenta que, al escribir un mensaje de texto corto, se desplazan aproximadamente 460 metros con los ojos puestos en el teléfono. Esto cuando circulan a unos 50 km/h, para ilustración eso es lo que miden cuatro canchas de fútbol”.
Desde la Policía de tránsito también registran una subida del número de personas que conducen sus vehículos con el móvil en la mano, según expresó su director Jiří Zlý.
“Desafortunadamente esta situación va en aumento. Lo notamos sobre todo en las ciudades, pero por desgracia también en las autopistas durante la conducción a mayores velocidades. Se trata de un comportamiento irresponsable”
Según las estadísticas policiales, desde enero de este año hasta finales de julio, más de 30 personas murieron por no prestar atención a la conducción, lo que también incluye el uso del teléfono móvil.
En una comparación interanual, esto supone una disminución de ocho víctimas, pero sigue siendo la segunda causa más común de accidentes trágicos después del exceso de velocidad.
Los conductores justifican su conducción temeraria asegurando que no tienen problema alguno para llevar a cabo las dos actividades: manejar y leer o escribir mensajes en el móvil. Tomáš Neřold rechaza semejante aseveración.
“El cerebro no funciona así. Cuando se dedica a escribir un mensaje, se produce una reducción significativa en la percepción del tráfico. Y el cerebro después necesita tiempo para desconectarse de la actividad anterior y empezar a centrarse en la nueva”.
Debido al comportamiento irresponsable de los conductores, la Policía de Tráfico aplica más controles en carretera, ya sea desde sus coches con tecnología habitual o con binoculares de gran potencia.
En este momento la Policía puede aplicar en el acto una multa de unos 90 euros y la pérdida de dos puntos del carnet de conducir. Se estima que a partir el próximo año la multa subirá a unos 150 euros y la pérdida de cuatro puntos.
