Los viajes a Canadá de los checos empiezan en Viena

Foto: ČTK

Dos días después de ser reintroducido el visado para los ciudadanos checos en Canadá, deja de tener validez la excepción por la que se podía solicitar al llegar al país norteamericano. Desde el jueves todos los checos que viajen en el vuelo Praga-Toronto deben presentar su visa antes de embarcar.

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Ante la ausencia de una sección consular canadiense en la República Checa desde 2007, todos los checos que tuvieran billete para volar a Canadá, han tenido que apresurarse al consulado en Viena para conseguir el documento de viajes. Y así lo tendrán que hacer de momento todos aquellos checos que vuelen al país norteamericano.

El miércoles, cientos de personas a los que sorprendió la reintroducción del visado, esperaban durante horas ante el consulado canadiense de la capital austriaca. La peor parte, se la ha llevado de momento una pareja de checos que tuvo que volverse con las manos vacías de Viena. La sección consular canadiense les denegó la visa después de tener comprado el pasaje, como nos cuenta la afectada, Eva Brázdílova.

“Dicen que no tenemos medios suficientes para subsistir durante nuestra estancia. Tenemos la invitación de mi tío, que vive allí 20 años, y además nos había avalado. Tenemos dos cuentas bancarias y suficiente dinero en ellas. He perdido 2.700 euros. Eran mis vacaciones”.

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Para la obtención del visado hay que presentar el pasaporte, dos fotografías, el billete a Canadá de ida y vuelta y documentos que acrediten la solvencia económica del solicitante. Pero no es condición personarse en Viena, en la República Checa hay muchas agencias que tramitan la visa.

En respuesta a la iniciativa canadiense, desde este jueves, los viajeros que lleguen de Canadá a la República Checa con pasaporte diplomático o de servicio, también deberán de presentar visado. Sin embargo, los canadienses en general podrán seguir entrando libremente en territorio checo porque la política al respecto no puede diferir de la del resto de socios europeos. Para Ladislav Jakl, portavoz del presidente de la República Checa, Václav Klaus, esta situación justifica sus reservas con respecto a la Unión Europea.

“Este es un ejemplo elemental de cómo el ser miembro de la Unión Europea, en las condiciones en las que vivimos, limita nuestra soberanía”. ´

El Gobierno checo ha solicitado a los Veintisiete que se instauren los visados a Canadá por solidaridad. La presidencia sueca apoya a la República Checa, pero a quien le toca tomar la decisión es a la Comisión Europea. En la institución parece no haber prisas para tomar semejante medida, y para la respuesta habrá que esperar hasta septiembre.