Copa Davis, visas a Canadá y el amor de Antonio Banderas
El paso a semifinales de Copa Davis del equipo checo de tenis, ante la poderosa Argentina, abrió la semana noticiosa. Antonio Banderas clausuró el Festival de Karlovy Vary, reconociendo su amor por la República Checa. Y Canadá anunció sorpresivamente que volvía a exigir visas a los ciudadanos checos, después de dos años de exención.
El equipo checo de Copa Davis derrotó en Ostrava al combinado argentino, que cuenta en sus filas con un tenista superdotado: Juan Martín del Potro, de apenas 20 años y ya número cinco del ránking mundial.
Del Potro ganó sin problemas sus dos partidos de singles, a Ivo Minař y Tomáš Berdych.
Pero los checos pusieron la diferencia en el dobles. Radek Štěpánek, saliendo de una lesión, saltó a la cancha de Ostrava el sábado, en compañía de Berdych. Juntos destrozaron a la dupla argentina, compuesta por José Acasuso y Leonardo Mayer.
Y en la jornada decisiva del domingo, después de que Del Potro igualara el marcador 2 a 2, fue el turno de Štěpánek, un jugador con madera de héroe.
Štěpánek dijo que, si lo necesitaban, jugaría, aunque estuviera disminuido físicamente. Enfrentó a Juan Mónaco. Y lo apabulló.
Esta fue la reacción de Štěpánek tras su épico triunfo.
“Aprecio esta victoria más que las anteriores, porque tuve que tocar hasta el fondo de mis fuerzas. Me habría gustado luchar aquí desde el primer día de la contienda, la salud no me lo permitió, pero hoy he decidido asumir la responsabilidad a pesar de saber que fue una decisión arriesgada”.
Ahora, ya instalada en semifinales, por primera vez en 13 años, la República Checa enfrentará de visita a Croacia, entre el 18 y 20 de septiembre.
La otra semifinal la jugarán un sorpresivo Israel contra España, el campeón vigente. Y por supuesto que estaremos informando.
Del deporte pasamos a la diplomacia. Más precisamente, a la crisis en las relaciones entre Canadá y República Checa.
El martes explotó la bomba. Canadá anunciaba que volvía a exigir visas a los ciudadanos checos, debido al alto número de solicitudes de asilo.
La reacción checa fue de sorpresa y consternación. El primer ministro, Jan Fischer, sostuvo que si bien Canadá era libre de exigir las visas, pediría el apoyo de sus socios europeos.
“Este es un problema que tiene que ser resuelto no solo bilateralmente, porque también atañe a la UE, por las cláusulas de solidaridad que existen. He conversado largo y tendido por teléfono con el Jefe de la Comisión Europea, José Barroso. También me reuniré con él en Estrasburgo cuando se componga el nuevo Parlamento Europeo. Esta será una de las cuestiones que estarán sobre la mesa, sin duda”.
Fischer se entrevistó el mismo martes con José Barroso en Estrasburgo. El jefe de la Comisión Europea indicó que revisarían la petición checa de exigir visas, los Veintisiete en su conjunto, a Canadá.
Esa petición se basa en la cláusula de solidaridad que rige entre los miembros de la UE. Pero la respuesta europea puede tardar hasta tres meses.
Una es la parte diplomática, cuya guerra declarada entre ambos países ha hecho correr ríos de tinta en la prensa checa. Pero también está el factor humano: los turistas checos que con el tícket de avión en la mano, por el que gastaron varios cientos y hasta miles de euros, ahora no pueden viajar a Canadá.
El siguiente es el testimonio de una mujer a la que le fue denegada la visa en el consulado canadiense de Viena.
“Dicen que no tenemos medios suficientes para subsistir durante nuestra estancia. Tenemos la invitación de mi tío, que vive allí 20 años, y además nos había avalado. Tenemos dos cuentas bancarias y suficiente dinero en ellas. He perdido 2.700 euros. Eran mis vacaciones”.
En respuesta a la iniciativa canadiense, desde este jueves, los viajeros que lleguen de Canadá a la República Checa con pasaporte diplomático o de servicio, también deberán de presentar visado.
Sin embargo, los canadienses en general podrán seguir entrando libremente en territorio checo porque la política al respecto no puede diferir de la del resto de socios europeos.
Para Ladislav Jakl, portavoz del presidente de la República Checa, Václav Klaus, esta situación justifica sus reservas con respecto a la Unión Europea.
“Este es un ejemplo elemental de cómo el ser miembro de la Unión Europea, en las condiciones en las que vivimos, limita nuestra soberanía”, sostuvo el portavoz de Klaus.
Una tormenta es la que desató la polémica visita del presidente de la Socialdemocracia, Jiří Paroubek, a Moscú.
El líder socialdemócrata se entrevistó con el primer ministro ruso, Vladimir Putin, sin informar a la diplomacia checa. Además, en declaraciones a un medio extranjero, Paroubek culpó al gobierno de Mirek Topolánek de haber enfriado las relaciones con Rusia.
También Paroubek le habría prometido a Putin que, en caso de ganar las próximas elecciones, seguiría luchando en contra del radar estadounidense en territorio checo, extremo este que los socialdemócratas niegan.
El ex ministro de Relaciones Exteriores, Karel Schwarzenberg, criticó duramente la actitud de Paroubek.
“La oposición o cualquier partido político tienen todo el derecho a criticar al Gobierno o al Ministerio de Relaciones Exteriores en el Parlamento o en los medios de comunicación nacionales, pero decir en una radio extranjera que el Gobierno, aunque sea el anterior, empeoró las relaciones con Rusia, eso es una actitud muy poco común. Los trapos sucios se lavan en casa”.
La versión 44 del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, el más importante de la República Checa y de Europa Central y del Este, concluyó el pasado sábado.
En la jornada de clausura, lo más destacado fue la entrega de un premio especial por su trayectoria al actor español Antonio Banderas.
El marido de Melanie Griffith recogió muy emocionado el premio en Karlovy Vary. Y en sus palabras de agradecimiento, reveló un secreto que pocas personas sabían. Esto fue lo que dijo Antonio Banderas.
“Este premio tiene un significado muy personal para mí. Muy poca gente sabe que cuando empecé mi carrera en Estados Unidos, yo venía de aquí, de la República Checa. Pasé siete meses en Praga, también algunas semanas aquí en Karlovy Vary, algún tiempo en Pilsen… Estábamos grabando una serie sobre el joven Mussolini. Aprendí a amar este país, su gente y su cultura. Ahora puedo decir 'buenas tardes' en checo con un gran acento: ‘dobrý večer‘”.
El Festival de Karlovy Vary quiso destacar de Antonio Banderas, aparte de su faceta como actor, por la que ha conseguido fama internacional, la de director.
Para eso fue proyectada su segunda cinta como tal: ‘El Camino de los Ingleses’. Banderas se mostró muy franco y abierto, conversó con los periodistas y no perdió oportunidad para bromear sobre la figura femenina que porta el Globo de Cristal, el galardón del festival.
“Es curioso pero no tengo muchos premios que sean mujeres desnudas, así que bienvenida al club, nena”, indicó el actor malagueño.