Los verdes y los democristianos no formarán parte del nuevo Gobierno

Foto: CTK

Parece que la coalición gubernamental que ha gobernado el país durante los últimos tres años no continuará. Democristianos y Verdes han decidido no participar en el futuro gobierno de tecnócratas, al considerar que el Ejecutivo actual debería terminar en la fecha prevista la presidencia checa de la Unión Europea.

Foto: CTK
Es la rebelión de los pequeños partidos. Después de sendas reuniones de sus comités ejecutivos, ni los verdes ni los democristianos están dispuestos a aceptar el acuerdo alcanzado el domingo entre la coalición gubernamental y los socialdemócratas.

Así pues, no propondrán ningún ministro, y votarán por el nuevo gobierno en el Parlamento solo si les convence su composición y su programa. Y es que ninguna de las dos formaciones está dispuesta a aceptar que el futuro gobierno apolítico de la República Checa comience su andadura antes de que acabe oficialmente la presidencia checa de la Unión Europea, es decir, antes de junio.

Jiří Čunek. foto: CTK
El presidente del Partido Democristiano, Jiří Čunek, expresaba así la decisión.

“Nos hemos dado cuenta de que esto conduce a la destrucción de los intereses diplomáticos de la República Checa. Así que, en este momento, dejamos la responsabilidad en aquellos que han provocado el problema. No queremos arruinar nada, lo apoyaremos si nos convence, pero no participaremos en el nuevo Gobierno. No lo necesitamos”, declaró Čunek.

Por su parte, el primer ministro saliente y líder del Partido Cívico Democrático, Mirek Topolánek, opinó que es una irresponsabilidad no apoyar el acuerdo alcanzado con la socialdemocracia, ya que se podría alargar peligrosamente la crisis gubernamental.

Jan Fischer,  foto: CTK
En cuanto a la composición del nuevo gabinete, los socialdemócratas deberán escoger siete ministros y la coalición gubernamental, ahora los cívico-democráticos en solitario, los ocho restantes. Hasta ahora se han barajado los nombres de expertos de carácter más bien apolítico, en su mayoría viceministros en funciones. El candidato propuesto como primer ministro, Jan Fischer, explicó que no aceptaría a ciegas la lista ofrecida por los partidos y que trataría que los futuros ministros cumplan un perfil determinado.

“Para que los acepte tiene que ser gente especializada, que conozca el área de la Administración donde va a trabajar, que sea capaz de gestionarla y de mantener el liderazgo. Y por supuesto que tenga buenas habilidades comunicativas, para que el Gobierno pueda trasladar adecuadamente su gestión a la sociedad”, comentó. Fischer se plantea como principales objetivos de su futura gestión concluir satisfactoriamente la presidencia checa de la Unión Europea y emprender nuevas medidas anticrisis que protejan a la población de la recesión económica.