Los trámites en extranjería solo se pueden hacer en checo
Los extranjeros que no hablen checo tienen un problema más para legalizar su situación en la República Checa. Desde enero, además de soportar largas colas y la frecuente antipatía de los funcionarios, tienen que hacer sus gestiones personalmente sin poder contar con los servicios de un representante.
Tampoco en la ventanilla de información es posible comunicarse en inglés, como se quejan los trabajadores, inmigrantes, estudiantes o empresarios que se enfrentan a esos trámites. La desgana o poca amabilidad del personal de extranjería es otro de los obstáculos a los que suelen referirse los solicitantes.
Miroslav Mejtský, especialista en inmigración de la consultora Deloitte en la República Checa, explica que eran muchos los que solicitaban los servicios de un intermediario, especialmente los empresarios, para no perder tiempo con esas gestiones.
“A los hombres de negocios extranjeros se les pregunta acerca de sus inversiones o su actividad empresarial. Pero si no pueden comunicarse con los funcionarios, estarán perdiendo el tiempo haciendo cola”.El Ministerio del Interior se ha hecho cargo de extranjería desde el 1 de enero, y promete cambios para que la tramitación sea más ágil y más “humana”, dicen. Prometen que mejorará la preparación en idiomas de los funcionarios, como ya ha sucedido con varios nuevos empleados, aseguran. Pero desde el 1 de mayo se va a complicar más la gestión de los diferentes permisos. Todos los documentos tendrán que contar con los datos biométricos de los solicitantes, para lo que tendrán que acudir tres veces a las dependencias de extranjería.
Luboš Šafránek, responsable de la sección de asilo e inmigración del Ministerio del Interior, asegura que se va a contratar al personal necesario teniendo en cuenta la mayor carga de gestiones.
“Para que los trámites se efectúen de manera fluida, estamos preparando la cantidad necesaria de ventanillas para atender a los clientes”.Que ya hay más funcionarios desde hace unas semanas es una realidad como atestigua que las habituales grandes colas se han reducido. Si son realmente los suficientes habrá que verlo ahora que después de las festividades ortodoxas van volviendo a la República Checa los ucranianos y rusos que han viajado a sus países.