Los rostros de los artistas checos más importantes quedan inmortalizados en el Orbis Artis
Jaroslav Brabec es conocido en la República Checa por ser uno de los más destacados cineastas y camarógrafos del país. De hecho tiene un su haber cuatro Leones Checos, tres de ellos a la mejor dirección artística. Pero lo que pocos saben es que el director de El rostro del ángel o El pollo melancólico es además fotógrafo y que desde hace más de 30 años atesora una colección singular: los retratos de los principales artistas checos.
Con el apropiado nombre de Orbis Artis, la exposición de Brabec está compuesta de 185 fotografías en blanco y negro de gran formato que recogen los retratos de los muchos artistas que el director tuvo la oportunidad de conocer a lo largo de su vida, así como del ambiente de sus talleres y sus hogares.
Brabec comenzó la serie en 1976, cuando todavía era estudiante de la Facultad de Cine de Praga, la FAMU. El primero fue el pintor Jan Zrzavý, al que siguieron muchos más.
“Zrzavý y yo nos conocimos cuando nos presentó mi profesor František Dvořák. Después me presentó a Kamil Lhoták y de alguna manera empecé a visitar y a conocer a los autores que estaban, digamos, tras los muros, que no formaban parte de la oficialidad. No eran entonces ni mucho menos tan famosos como ahora. Y tuve la oportunidad de encontrarme no solo con sus obras, con su trabajo, sino con ellos personalmente”.
Así, con los años, Brabec fue entrando en el mundo de los pintores, escultores y artistas plásticos en general que sobrevivían en los circuitos artísticos ajenos al régimen comunista. De aquellos encuentros, Brabec destaca ante todo la dimensión humana.
“Nuestros encuentros eran más bien de tipo personal, no profesional. Y de hecho en muchos casos nos hicimos amigos. Hablábamos de muchas cosas que eran para nosotros, en aquel momento, enriquecedoras. La comunicación era de algún modo muy importante”.
En total, la colección de Brabec recoge unos 250 artistas checos, aunque Orbis Artis incluye solo las fotos de mayor calidad y las personalidades más destacadas.
El director y fotógrafo señala que realmente las fotografías no tenían ningún propósito determinado y que la idea de la exposición surgió mucho después.
"Con los años la cercanía a los autores, a su actitud ante vida y al arte que hacían, fue lo más estrecha que en aquel momento era posible. Las fotografías eran entonces parte de otra cosa, no eran lo más importante. Lo que sí era importante era encontrarse con ellos. Y realmente fue a otra persona a quien se le ocurrió que podrían exponerse, que no se había hecho antes nada parecido”.
Orbis Artis fue expuesta originalmente en Brno y este año ha llegado por primera vez a Praga. Los que deseen mirar por la cerradura del estudio de los artistas checos más conocidos de los últimos 30 años deberán acercarse a la sala del Centro Checo de la calle Rytířská. La exposición durará hasta el 8 de enero del próximo año.