Los restaurantes y bares confían en sobrevivir a la crisis del coronavirus
El Gobierno checo mandó cerrar desde el miércoles pasado todos los restaurantes, cafeterías y bares como una de las medidas contra la propagación del coronavirus. Sin el apoyo del Estado y de sus clientes, gran parte de ellos podrían quebrar.
La situación del sector de la restauración en Chequia es crítica y lo es también en otros países de Europa. A raíz del brusco incremento del número de ciudadanos infectados por COVID-19 y en el marco del estado de emergencia, el Gobierno accedió a la implementación de una serie de medidas restrictivas que persiguen frenar la propagación del coronavirus.
Hasta el 3 de noviembre el Gabinete mandó cerrar restaurantes, bares y cafeterías en Chequia, permitiendo solo un servicio limitado a los clientes a través de una ventanilla. A la vez aprobó un plan de ayuda financiera a estos establecimientos en el marco del llamado Programa Antivirus que, según dijo a la Radio Checa Luboš Kastner, de la Asociación de la Pequeňa y Mediana Empresa, permitirá a los restaurantes y bares sobrevivir la crisis y reducir al mínimo los despidos de sus empleados.
”Personalmente valoro mucho ese programa. Además, tuvimos la oportunidad de ser los primeros entre el resto de sectores en negociar con el Gobierno sobre las eventuales ayudas. Hemos alcanzado todo lo que queríamos, aunque no sabemos todavía cómo serán las ayudas después del levantamiento del estado de emergencia. Pero lo que queríamos principalmente era prevenir los despidos masivos y, creo que esto lo hemos logrado”.
Kastner admitió que, no obstante, no todos los emprendedores en el sector lograrán sobrevivir a la crisis, y seňaló que hay muchos meses por delante todavía para poder evaluar sus impactos.
”Está claro que el programa gubernamental de ayudas a la gastronomía no salvará a todos ante la quiebra o de grandes despidos, eso ya lo sabemos ahora. Pero salvará a la mayoría que enfrentaba una situación crítica y se veía ante la necesidad de despedir a una gran parte de sus empleados. Además, nos esperan todavía los meses de enero y febrero que suelen ser los peores del aňo en cuanto a las ganancias. Y allí se verá. Cada trabajador del sector confía en sobrevivir hasta primavera, pero el camino hacia esa meta es largo todavía”.
Sin embargo, como dijo a la Radio Checa Luboš Kastner, los gastos de los emprendedores en el sector siguen superando los ingresos por lo que logrará sobrevivir aquel que tenga cierta reserva financiera o que tenga un segundo trabajo. Durante la primera ola del coronavirus, se despidió a alrededor del 25% de los empleados en gastronomía y el 30% de los emprendedores del sector se encontraba ante un peligro crítico de quiebra. Un 10% valoraba la posibilidad de cerrar su establecimiento por completo, aunque la mayoría no se da por vencida, recalcó Kastner.
”La atmósfera general en el sector es positiva, casi todos están decididos a luchar contra la crisis y no rendirse fácilmente. Pero cuando uno se queda totalmente sin recursos, no le queda otra que cerrar su restaurante o bar, porque nadie quiere llegar a encontrarse en una situación personal fatal”.
El representante de la Asociación de la Pequeňa y Mediana Empresa, sostuvo que los impactos en el sector tampoco los reducen demasiado las ventas a través de la ventanilla, porque las ganancias son mínimas. Así que se trata más bien de un servicio adicional a los clientes.
Luboš Kastner destacó que otra importante e insustituible ayuda para los emprendedores en el sector son sus clientes, sobre todo los que visitan los restaurantes, cafeterías y bares de forma regular.
”Los clientes habituales, por cierto, son los más importantes para nosotros. Lo vemos en los establecimientos que antes dependían de los turistas y ahora, a raíz de las medidas contra el coronavirus y la marcada reducción del turismo, están al borde de la quiebra. O sea, que un cliente frecuente es lo más valioso que un restaurante puede tener”.
Los ingresos de los establecimientos de gastronomía y los bares oscilan actualmente alrededor del 5% y se espera que, una vez terminado el estado de emergencia ronden un 40%. Aún así, el representante de la Asociación de la Pequeňa y Mediana Empresa confía en que los bares y también los restaurantes sobrevivan a la crisis, “aunque golpeados y empobrecidos”. Porque, como recalcó Luboš Kastner, “En Chequia se dice que lo más importante en cada pueblo es que haya un campo de fútbol y un bar”.