Los resorts invernales de Orlické Hory se enfrentan a un invierno de poca nieve y mucha competencia

Foto ilustrativa: Kristýna Maková

Las estaciones de esquí de la cordillera de Orlické Hory luchan este invierno contra dos adversarios. Por un lado, la falta de nieve, y por otro, la competencia de las nuevas pistas de esquí al otro lado de la frontera, en Polonia.

Foto ilustrativa: Kristýna Maková
Un duro invierno es el que los empresarios del sector hostelero y de las estaciones de esquí esperan en el noreste del país, en la cordillera de Orlické Hory. A la escasez de nieve que viene repitiéndose en los últimos años se le suma ahora la competencia de sus vecinos polacos, quienes han empezado a construir diferentes resorts de invierno al otro lado de la frontera con el objetivo de atraer a la clientela internacional que hasta ahora se decantaba por la calidad de las pistas checas.

La escasez de precipitaciones en forma de nieve ha obligado, según los empresarios del sector, a invertir la mayor parte de sus ingresos de los últimos años en la fabricación de nieve artificial. Un esfuerzo gracias al cual los esquiadores siguen llegando, pero que no es suficiente para parar la competencia de los polacos que a un ritmo imparable han construido docenas de nuevas pistas y modernos hoteles.

De hecho, en los últimos dos años, los inversores del lado polaco se han gastado más de siete millones de euros en convertir su lado de la frontera en un paraíso para los esquiadores. Un ejemplo es la estación de esquí de Zieleniec, que no sólo ofrece varias docenas de pistas bien cuidadas, sino 28 remontes accesibles en un solo forfait.

Ahora sólo queda mirar al cielo esperando que la naturaleza sea más benévola con el lado checo para que los esquís vuelvan a deslizarse de nuevo por las pistas blancas de Orlické Hory.

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