Praga se sitúa entre las 10 ciudades más bellas de Europa para visitar en otoño

Según un reciente estudio, la capital checa destaca como una de las ciudades europeas más populares para visitar en otoño. Los turistas valoran la belleza arquitectónica de la ciudad, que, combinada con los colores ocres típicos de esta estación, hacen de Praga un escenario idílico. 

Praga, envuelta en la magia de los colores otoñales, ha sido reconocida como uno de los destinos más pintorescos de Europa para esta época del año. La ciudad ocupa el séptimo puesto en el ranking de las ciudades europeas más hermosas durante esta estación, según un análisis de la empresa de viajes Travelbag, que se basó en el volumen de búsquedas en Google y el uso de hashtags en Instagram.

Otoño en Praga|Foto: Jan Blanicky, Pixabay, Pixabay License

Recientemente, la ciudad había sido elegida como la mejor de todo el continente como destino preferido de estudiantes universitarios. Brian Moran, fundador de Campus Advisor, la organización que lideró el estudio, comentó en su momento a Radio Praga International que la ciudad logró destacarse ampliamente de diversos rubros.

“Praga ha tenido excelentes resultados en todas las categorías de nuestro estudio. Por esta razón, ha logrado posicionarse en la cima del ránking”.

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En redes sociales, la capital checa es todo un fenómeno. Con 10.833 publicaciones en Instagram bajo el hashtag #autumninprague (otoño en Praga), los usuarios capturan la esencia de sus paisajes otoñales, donde edificios históricos como el Castillo de Praga y el Puente de Carlos adquieren una nueva belleza enmarcada por el cambio de color de las hojas. Los cafés al aire libre y los mercados locales, que ofrecen delicias tradicionales y bebidas como vino caliente y chocolate, suman a la atmósfera única de la ciudad en esta temporada.

Un ránking muy competitivo

Comparada con otras ciudades en el estudio de Travelbag, Londres lidera el listado con 89.749 publicaciones, seguido de París, Roma, Berlín y Milán. Estas ciudades no solo atraen a los visitantes por sus encantos arquitectónicos y culturales, sino también por la acogedora estampa de sus parques y zonas verdes durante el otoño.

Puente de Carlos en Praga|Foto: TomasHa73, Pixabay, Pixabay License

Además, el interés de los viajeros hacia Praga en esta estación es evidente en los motores de búsqueda, donde se realizan unas 880 búsquedas mensuales con la frase “otoño en Praga”, lo que coloca a la capital checa en el cuarto lugar de las ciudades más buscadas en Google para disfrutar del otoño, solo por detrás de Londres, París y Ámsterdam.

Así, Praga consolida su atractivo como un destino preferido durante todo el año, pero en otoño despliega una especial belleza, lo que la convierte en un lugar imperdible para quienes buscan una experiencia visual y cultural única en Europa.

Un llamado de atención para los turistas

Sin embargo, no todo es color de otoño para Praga. Desde hace años, la ciudad lucha por cambiar la tendencia de turismo masivo que arriba desde todos los rincones de Europa en una práctica conocida como “alcohotirusmo”. Resulta que la capital checa, además de atraer a los viajantes por su belleza arquitectónica, ocupa un lugar especial entre aquellos interesados en beber mucho alcohol a bajo costo y también disfrutar de una vida nocturna más que animada.

Barbora Scherf|Foto: Anaïs Chesnel, Radio Prague International

Barbora Scherf, portavoz de Turismo de la ciudad de Praga, explicó en su momento que las estadísticas que sitúan a la capital como uno de los destinos predilectos en este rubro no son alentadoras, por lo que mucho esfuerzo ha sido puesto en práctica para revertir esta imagen de la ciudad.

“Por supuesto, no nos alegra ver estas estadísticas de que la gente sigue viniendo a Praga porque la ven como un destino de fiesta. La ciudad de Praga y la Oficina de Turismo de Praga lanzaron en 2020 un proyecto que pretendía cambiar la imagen de Praga y la narrativa de la ciudad. Queríamos demostrar que no es un lugar al que se puede ir de despedida de soltero o soltera para comer y beber barato en el casco antiguo, sino un lugar que ofrece una gran historia europea y al que se viene a ver cultura, gastronomía, etc. Desde que comenzamos con este nuevo proyecto en 2020, ya hemos finalizado 30 o 35 proyectos de los 70 que están previstos para los próximos años.”.

Otoño en Praga|Foto: František Zelinka, Pixabay, Pixabay License

Precisamente, uno de los segmentos en los que más se ha destacado Praga en el reporte sobre las mejores ciudades para estudiantes ha sido, para sorpresa de pocos, el de “calidad de vida nocturna”. Según Scherf, a pesar de que el turismo debe ser bienvenido, algunas prácticas de los visitantes resultan muy perjudiciales, sobre todo para los sitios con un valor histórico.

“La oficina de turismo de Praga es consciente de lo perjudicial que es este tipo de turismo para nuestros lugares históricos y de los efectos negativos que tiene sobre la población local. Por eso hemos puesto en marcha este programa no solo para los visitantes extranjeros, sino también para la gente que vive en Praga. Estamos intentando sacar a la gente de la zona histórica, y es una práctica que hemos visto en Barcelona y Ámsterdam y que estamos intentando replicar. Estamos intentando mostrar a los turistas actividades fuera del centro de la ciudad e invitarles a diferentes distritos de Praga, como Karlín o Holešovice. Esto ayuda a aliviar la presión sobre el centro histórico de Praga, pero también impulsa la economía de estas zonas para los productores y la cultura locales”.

Medidas de control

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Praga prohíbe los pub crawls organizados por agencias turísticas

Recientemente, el gobierno local ha prohibido los llamados “pub crawls” en el centro histórico. Estas actividades consisten en recorrer bares en grupo y, en cada parada, los visitantes se desinhiben un poco más, por lo que durante y, sobre todo, al final del recorrido, pasan a causar serias molestias en las calles de Praga 1.

Por esta razón, la ciudad invita este otoño a todos los visitantes a disfrutar de un escenario idílico, con la muda de hojas de los árboles, preferentemente con un café o té en mano, y, al menos, un poco menos de cerveza.