Los recuerdos de Auschwitz siguen aterrorizando a sus sobrevivientes

Ceremonia en el antiguo campo de concentración de Terezín, foto: ČTK

Con una ceremonia en el antiguo campo de concentración de Terezín, al noroeste de Praga, a la que asistieron sobrevivientes checos de ese y otros centros de exterminio nazi, culminaron este martes en la República Checa las conmemoraciones del 70 aniversario del fin del Holocausto.

Miloš Zeman,  Let My People Live,  foto: ČTK
En su segundo día prosiguió en el Castillo de Praga el foro internacional Let My People Live, una de las actividades para conmemorar el 70 aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis. Al final del evento los participantes guardaron un minuto de silencio por las víctimas del Holocausto y aprobaron un llamamiento a las naciones del mundo para hacer frente conjuntamente al extremismo, según recalcó Tomáš Jelínek, ex presidente de la Comunidad Judía de Praga.

”La tarea fundamental no sólo para los judíos que viven en Europa, sino para todos los demás habitantes de este continente, es crear una comunidad conjunta capaz de hacer frente al peligro del extremismo. Este puede surgir dentro de las sociedades europeas o atacar desde afuera, como por ejemplo el llamado Estado Islámico. Es evidente que en Europa crece el antisemitismo, pero para asegurar la paz aquí debemos unir fuerzas e impedir la desestabilización de nuestra sociedad democrática desde adentro y desde afuera”.

Sachsenhausen,  foto: ČTK
Las conmemoraciones en Chequia del fin del Holocausto culminaron en el antiguo campo de concentración y gueto judío de Terezín. A la emotiva ceremonia recordatoria asistieron los participantes de la conferencia y muchos otros invitados, entre ellos unos 90 sobrevivientes checos del Holocausto.

Marie Vítovcová, de 87 años de edad, estuvo tanto en Terezín, como en Auschwitz, según dijo a la Radiodifusión Checa.

”Estuve en Terezín y también en Auschwitz. La diferencia fue que en Terezín estaba permitida la aplicación de una cierta autoadministración judía, mientras que Auschwitz fue un verdadero campo de exterminio”.

Ceremonia en el antiguo campo de concentración de Terezín,  foto: ČTK
A Terezín, donde la Policía Secreta nazi tenía una prisión y había creado también un gueto judío, Marie Vítovcová, que provenía de una familia judía de Praga, fue enviada en 1941. Según recuerda, Terezín podía acoger entre 5.000 y 6.000 personas, pero cuando ella llegó al lugar había allí unos 50.000 judíos. Vítovcová pasó en Terezín dos años y medio, pero después llegó la orden del traslado a Auschwitz, según recuerda.

”Nos subieron a un tren, éramos como 1.500 personas. Al llegar a Auschwitz, los nazis seleccionaron del primer y del segundo vagón a 190 mujeres jóvenes, a mí entre ellas, y nos encargaron diversos trabajos. Todos los demás pasajeros fueron enviados de inmediato a las cámaras de gas”.

Ceremonia en el antiguo campo de concentración de Terezín,  de izquierda Andrej Kiska,  Miloš Zeman,  foto: ČTK
Seis millones de judíos murieron durante la Segunda Guerra Mundial, y de este número alrededor de un millón y medio en Auschwitz. De toda la familia de Marie Vítovcová ella fue la única que sobrevivió los horrores del Holocausto. Según afirma, la experiencia de Auschwitz fue tan triste y dura que hasta el presente no es capaz de borrarla de su mente.

“Allí todo fue verdaderamente terrible. Hasta hoy me da escalofríos el sólo pensar en que un día podría viajar a Polonia y volver a ver ese lugar”.

A Vítovcová no le tocó el mismo cruel destino de miles de judíos en Auschwitz. En ese campo de concentración nazi pasó dos semanas solamente. El destino quiso que fuera incluida en un grupo de unas cien mujeres que fueron enviadas a trabajar a una fábrica textil en la frontera entre Polonia y Checoslovaquia. Allí fue donde Marie Vítovcová se enteró de la derrota de la Alemania nazi y del fin de la Segunda Guerra Mundial.