Los niños checos tienen dificultad a la hora de denunciar el acoso escolar
Los alumnos checos tienen dificultad a la hora de denunciar el abuso escolar. Así lo revela un estudio reciente de la firma Scio, en el que se recogen datos de 110 escuelas del país.
Según el estudio llevado a cabo por Scio, una firma privada centrada en la educación, los alumnos checos tienen dificultad a la hora de hablar sobre el abuso escolar y denunciar el acoso en los centros educativos. Para Bohuslav Bohuněk, director de comunicación de Scio, el término “acoso” suele llevar a confusión y resulta demasiado subjetivo para los alumnos de educación primaria. Por ello, explica, los autores del estudio optaron por abordar la cuestión desde un ángulo diferente en su encuesta.
"Hicimos a los alumnos la siguiente pregunta: ¿Sucede en la escuela que alguien abuse verbalmente de otro? No utilizamos expresamente el término 'acoso', para que cada alumno pueda interpretar lo que significa el abuso verbal por sí mismo. También preguntamos por el 'maltrato físico'. Por lo tanto, puede significar tanto un acoso sistemático como algo puntual, como que los chicos se peleen durante un recreo por una tontería”.
De entre los más de 27.000 alumnos encuestados en 110 escuelas primarias checas, cuatro de cada diez niños de entre 11 y 15 años dicen que los abusos verbales son habituales en su clase, mientras que el 13% informa que los abusos físicos son también relativamente comunes. Estos datos, añade Bohuněk, concuerdan con los de estudios similares llevados a cabo en Chequia y en el extranjero en los últimos años.
Aún así, el desconocimiento por parte de los alumnos en cuanto a quién dirigirse a la hora de denunciar el acoso resultó sorprendente para los autores del estudio. Sobre todo teniendo en cuenta que la mayor parte de centros educativos checos cuenta con personal capacitado para lidiar con estos asuntos.
"Cuando se les preguntó si había alguien en la escuela a quien pudieran acudir para hablar sobre el acoso escolar o problemas similares, más de la mitad de los estudiantes dijeron que, o bien no existía esa persona en su escuela, o bien no la conocían. Consideramos que es un hallazgo especialmente interesante, que los estudiantes no sepan con quién hablar de esto".
El estudio llevado a cabo por Scio también analizó otros ámbitos del entorno educativo. Se preguntó, por ejemplo, sobre las asignaturas preferidas por los alumnos de primaria y secundaria.
En las clases de primaria, de 6 a 15 años, los alumnos coinciden en situar la educación física en primer lugar, dice Bohuněk.
"Esto puede sorprender a quienes dicen que a los niños no les gusta hacer ejercicio hoy en día. Las clases de música y arte también obtuvieron una alta puntuación. Lo que también puede sorprender es que las clases de matemáticas son muy populares entre dos tercios de los niños de 6 a 11 años".
En alumnos de cursos superiores, se observa un auge en la popularidad de las clases de inglés e informática con respecto a los datos anteriores a la pandemia.
Por último, los autores del estudio encuestaron a más de 18.000 padres de alumnos registrados en las mismas escuelas. Según Bohuněk, llama la atención la cantidad de padres que califica positivamente la escuela a la que atienden sus hijos.
"Preguntamos a los padres cómo calificarían a su escuela y la gran mayoría, el 84%, la calificó como sobresaliente".
Para el 70%, la distancia del colegio con la residencia familiar es uno de los criterios principales a la hora de seleccionar el colegio adecuado. En el 40% de los casos, la decisión se toma también en función de si su hijo tiene un amigo o hermano ya matriculado en el centro. Y aunque la reputación de la escuela es otro de los criterios más elegidos por los encuestados, la valoración individual de los profesores fue un criterio que muy pocos padres seleccionaron como relevante.