Los microplásticos ya están en todas partes de la naturaleza, según una investigación checa
Científicos de la Universidad Técnica de Ostrava analizaron muestras de aguas subterráneas obtenidas a 700 metros de profundidad y encontraron una cantidad alarmante de microplásticos.
Muestras de aguas subterráneas recogidas en diversos puntos de la cuenca minera de Ostrava han arrojado datos preocupantes sobre el alcance de los microplásticos en la naturaleza.
Kateřina Brožová, del departamento de Ingeniería Medioambiental de la Universidad Técnica de Ostrava explicó a la Radio Checa los hallazgos en aguas extraídas a 700 metros de profundidad.
“Son plásticos que uno se encuentra en la vida cotidiana, poliésteres, polipropilenos, PET… No esperábamos que estuvieran ahí y en una cantidad similar a la que encontramos habitualmente en aguas subterráneas poco profundas. Sacamos agua también para analizar de un pozo de unos cinco metros de profundidad, y la cantidad de microplásticos era comparable”.
El agua se extrajo en cuatro minas distintas y los hallazgos fueron similares en todas ellas. En cada litro de agua, la cantidad oscilaba entre 2,5 y 20 microplásticos. La dimensión de estas partículas se mueve entre los 100 y 500 micrómetros de longitud y unos 50 micrómetros de ancho.
El equipo de investigadores no esperaba semejantes resultados, reconoce Kateřina Brožová.
“Nos tomó por sorpresa. Cuando se nos ocurrió la idea de analizar este entorno, pensamos que no encontraríamos nada o una pequeña cantidad. Así que los resultados realmente nos sorprendieron”.
La conclusión de los investigadores es que si los microplásticos han llegado ya hasta ahí y en tal cantidad, no habrá lugar en el que ya no se encuentren.
“Es uno de los pocos entornos que no habían sido explorados. Para hacerse a la idea, hay que imaginarse, por ejemplo, veinte bloques de apartamentos de 35 metros cada uno construido uno sobre otro. Teniendo en cuenta que al principio pensábamos que encontraríamos muy pocos microplásticos o casi no encontraríamos ninguno a tal profundidad, la conclusión es que muy probablemente los microplásticos hayan contaminado ya todos los elementos del medio ambiente”.
La Universidad Técnica de Ostrava realizó recientemente otra investigación en colaboración con el Hospital Universitario de Ostrava en el que encontró microplásticos en el líquido amniótico y la placenta de mujeres embarazadas.