Los excesos verbales ponen a Topolánek en la cuerda floja

Mirek Topolánek, foto: www.topolanek.cz

Los comentarios políticamente incorrectos del candidato cívico-democrático a las elecciones general, Mirek Topolánek, casi le cuestan la presidencia del partido. Respaldados por la ola de protestas, el sector crítico de la formación intentó conseguir su renuncia.

Mirek Topolánek
Citando a Topolánek textualmente, “la Iglesia llegó al poder embruteciendo a las masas, gracias al lavado de cerebro”. “Slamečka, cuando la cosa se ponga seria, tengo la sensación de que como ministro, no dará la cara”. “Y Fischer es judío, no es gay, y saldrá corriendo mucho antes. No depende de que sea gay, depende de su carácter”. “El típico checo, que apoya a Paroubek, solo se merece que lo encierren y le den una patada en el culo”.

Todo esto grabó un periodista del diario amarillista Blesk durante una sesión de fotografía del líder cívico-democrático, Mirek Topolánek, para la revista gay LUI. El tono políticamente incorrecto de sus opiniones no solo ha generado protestas dentro de la comunidad gay y judía del país, ni entre por supuesto sus rivales políticos, sino también entre los mismos correligionarios de Topolánek.

Přemysl Sobotka
El presidente del Senado, Přemysl Sobotka, sostuvo que las palabras de Mirek Topolánek deberían tener consecuencias.

“Aconsejo a Mirek Topolánek que renuncie a la candidatura del Partido Cívico Democrático y que considere su continuación al frente del partido”, anunció.

La invitación a dimitir es significativa por el hecho de que fue Sobotka uno de los que más ayudaron a Topolánek a llegar en 2002 al frente del partido, y tradicionalmente se les ha considerado aliados.

A la opinión de Sobotka se sumaron también el ex ministro Alexandr Vondra, la vicepresidente de la Cámara de Diputados, Miroslava Němcová, y el alcalde de Praga y principal rival de Topolánek en la formación, Pavel Bém, entre muchos otros.

De hecho, durante la mañana de este martes, en la cúpula de los cívico-democráticos, se debatió la continuidad de Mirek Topolánek como cabeza visible de la formación, todo por supuesto a la sombra del debacle electoral que según los sondeos espera a este partido de centro-derecha. Finalmente, y tras doce horas de reunión, se decidió que Topolánek seguiría en su puesto, a pesare de que Sobotka llegó a afirmar que mejor ir a los comicios sin líder que con Topolánek.

El redactor jefe de la revista LUI, Jakub Starý ha sido el único, de momento, en defender a Topolánek. Asegura que sus afirmaciones están sacadas de contexto, que se omiten sus opiniones liberales y que la postura del dirigente derechista hacia las minorías es realmente muy favorable.