Otro desliz de Topolánek, homenaje a Benito Juárez y el sueño de Obama
La semana que acaba no pudo ser peor para el líder de los cívico-demócratas, Mirek Topolánek. Pero también estuvo de visita el príncipe Carlos de Inglaterra y se anunció que Obama firmará en Praga el acuerdo nuclear con Rusia. Además de un homenaje a Benito Juárez y la riqueza cultural de Venezuela.
El próximo 8 de abril los ojos de todo el mundo estarán puestos en Praga, donde Estados Unidos y Rusia firmarán un trascendental acuerdo de desarme nuclear.
El presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo ruso, Dmitri Medvédev sellarán en Praga un compromiso mutuo que atañe a todo el planeta.
El acuerdo reducirá durante los próximos siete años a 1.500 las cabezas nucleares estadounidenses y a 1.675 las rusas.
Filip Kanda, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa, aclara la postura del país ante el encuentro. “Estados Unidos nos consultó esa posibilidad como aliado. Saben muy bien que no queremos ser un puente entre occidente y el Este, que estamos completamente volcados con la OTAN”.
El acuerdo que firmarán en Praga Obama y Medvédev es clave para que no prosperen otros programas nucleares en el resto del mundo, según Jan Eichler, del Instituto de Relaciones Internacionales checo. “Si estas dos potencias no empiezan a reducir sus propios arsenales nucleares, sus llamamientos al desarme no serán creíbles y se incrementará el número de Estados que querrán contar con armas nucleares”.
De esta manera, el presidente Obama comenzará a cumplir lo que prometió en su celebrado discurso de Praga, el 5 de abril de 2009, cuando compartió su sueño de un futuro sin armas nucleares.
En un lío gordo se metió el fin de semana pasado el ex líder de los cívico-demócratas, Mirek Topolánek. Deslizó palabras nada agradables contra medio mundo, casi no dejó títere con cabeza, y un avispado reportero sensacionalista cazó esas palabras al vuelo y las difundió en el amarillista Blesk.
El presidente del Senado, Přemysl Sobotka, indicó que los dichos de Mirek Topolánek eran muy graves y deberían tener consecuencias.
“Aconsejo a Mirek Topolánek que renuncie a la candidatura del Partido Cívico Democrático y que considere su continuación al frente del partido”, sostuvo Sobotka.
Dicho y hecho. El jueves, Mirek Topolánek renunció a su candidatura, aunque seguirá al frente del Partido Cívico-Democrático. Eso por el momento, ya que son muchas las voces que exigen su renuncia a la presidencia del partido.
Está por verse lo que el futuro le depara al vilipendiado Mirek Topolánek.
En su visita al país a comienzos de la semana, el príncipe Carlos de Inglaterra aprovechó para enviarle un mensaje ecológico al presidente Václav Klaus, reconocido escéptico del factor humano en el cambio climático.
“Tal y como dije en la inauguración de la Conferencia sobre Medio Ambiente en Copenhague, el futuro de la humanidad solo estará asegurado cuando consigamos volver a vivir como parte de la naturaleza. En mi visita a Moravia espero que quede de relieve lo importante que es para nuestro propio desarrollo el compromiso de las ciudades con el medio ambiente”.
Václav Klaus reaccionó diplomáticamente, pero sin declinar su visión.
“Sé que nuestras posturas con respecto al calentamiento global difieren, y respeto la suya, pero ninguna doctrina como el ‘medioambientalismo’ puede comprometer nuestro apego a principios como la libertad y la prosperidad, principios que proceden de su extraordinario país”, dijo el presidente Klaus.
Una placa conmemorativa del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana fue desvelada este miércoles en el busto de Benito Juárez en Praga.
“Pero sobre todo los mexicanos recordamos el legado juarista de buscar la igualdad social a través de la igualdad jurídica y la promoción de oportunidades para todos. En las Américas se le recuerda por su lucha incansable en contra de la intervención extranjera, por la búsqueda de soluciones pacíficas a las diferencias, por su promoción de la solidaridad y la integración regional. Y en un plano más amplio es símbolo de la paz y de la defensa de la soberanía que se expresan en el famoso apotegma juarista que decía entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”.
“Saludo amistoso del pueblo de México al Honorable pueblo de la República Checa con motivo del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana. Praga, año 2010”. Así reza la placa que ahora se puede ver en el busto de Benito Juárez en la capital checa.
Con mucho éxito se desarrolló entre domingo y lunes pasados el Segundo Festival Nacional de Teatro Escolar en Español de la República Checa, organizado por la Embajada de España.
Demetrio Fernández, agregado de Educación de la Embajada, destacaba en Radio Praga el esfuerzo de los estudiantes checos por actuar en español.
“Los chavales son maravillosos. Primero, porque se esfuerzan mucho en el aprendizaje del español y compatibilizan, de hecho, su aprendizaje del español y su vida ordinaria junto con el aprendizaje del teatro. Pero no es que lo hagan de manera profesional aunque, cuando suben al escenario, son verdaderos actores y actrices dignos de admiración”.
El próximo año, este ya tradicional encuentro de alumnos checos de secundaria que estudian en colegios bilingües se celebrará en la ciudad de České Budějovice.
Los estudiantes de la Universidad de Economía de Praga asistieron el martes a un documental sobre la etnia Warao, que habita en el delta del Orinoco, y después escucharon una conferencia sobre la diversidad cultural venezolana, dictada por el viceministro de Cultura de ese país, Benito Irady.
“Repartidos en toda Venezuela y particularmente hacia la zona sur del país y hacia la zona propia del lago Maracaibo, tenemos pues las restantes etnias, unas limítrofes con Colombia, otras limítrofes con Brasil. Para un Wayúu, que habita tanto a Colombia como a Venezuela, no hay fronteras, no hay un país llamado Venezuela ni un país llamado Colombia. Y para un Yekuana, que habita entre Brasil y Venezuela, tampoco. No hay un país llamado Brasil ni un país llamado Venezuela. Hay su país, su nación. Entonces formamos parte de esa riqueza que es común en la mayoría de los pueblos latinoamericanos, la presencia de las lenguas y de las culturas de los pueblos aborígenes”.
La conferencia se realizó en el marco de las celebraciones por el Bicentenario de la Independencia de Venezuela. Fue organizada por el centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Economía de Praga y la Embajada de Venezuela.
