Los científicos checos alertan que la migración animal está amenazada por el cambio climático
Un estudio concluye que muchas especies salvajes, especialmente aves, que solían migrar a través de la República Checa ya no lo hacen a causa del cambio climático.
Un gran número de animales salvajes atraviesa Chequia cada año para llegar a los espacios de cría a latitudes más al norte. Su principal objetivo es encontrar más alimento y sufrir un menor riesgo de depredación. Sin embargo, un nuevo estudio llevado a cabo en coautoría por el científico Vojtěch Kubelka concluye que muchas de estas especies ya no se benefician de la migración.
Una de las principales consecuencias que tiene esto sobre los animales migratorios es el desajuste tropical. Tal como explica el biólogo, debido al calentamiento global, las hojas caen temprano y los insectos aparecen antes. Por tanto, cuando las aves llegan a regiones más al norte, el pico de abundancia ya está desapareciendo.
“Desafortunadamente, los cambios actuales son muy rápidos. No hay tiempo suficiente para la adaptación ecológica. Es obvio que muchas poblaciones están luchando para sobrevivir, pero inevitablemente muchas de ellas morirán”.
“Debido al clima más cálido, los árboles tienen un ciclo más corto y la aparición de los insectos es más rápida en el Ártico. Las aves que migran de las regiones tropicales llegan tarde a estos cambios. Por ello, sus crías tienen una tasa de supervivencia más baja, y pueden morir de hambre o no ser alimentados lo suficiente para viajar de regreso al sur”.
De la misma forma, y también a causa del cambio climático, muchos parásitos y patógenos llegan a regiones donde antes no solían habitar, igual que nuevos depredadores. Esto hace que la mortalidad aumente entre las especies migratorias, algo que podría conducir inevitablemente a su extinción.
“Desafortunadamente, los cambios actuales son muy rápidos. No hay tiempo suficiente para la adaptación ecológica. Es obvio que muchas poblaciones están luchando para sobrevivir, pero inevitablemente muchas de ellas morirán”.
Las especies migratorias ya están en declive, y este tipo de interrupciones o problemas pueden agravar esta tendencia. Esto, según Kubelka, afecta directamente a todos los ecosistemas. Es decir, no se pierden solo estos animales sino también sus depredadores. Si hay menos aves migratorias, las especies que se alimentan de ellas no tendrán suficiente comida y también morirán.
"Veo muy claro que los seres humanos estamos influyendo en todas las interacciones en el ecosistema, algo que puede tener consecuencias desconocidas y bastante graves para todo el ecosistema".
En el caso de la República Checa, al estar en una zona estratégica de paso, es una parada esencial en muchas de las rutas. Por ejemplo, una de las especies observadas en el informe es la Avefría del Norte, que cruza cada año la región de Bohemia, y que está experimentado una disminución de su población. También son importantes algunas especies de pájaros cantores, varias libélulas y un tipo concreto de mariposa llamada Vanesa de los Cardos.
"Las especies migratorias son realmente frágiles y susceptibles a los cambios, ya que dependen de las regiones de paso, de los espacios de hibernación y de reproducción. Cualquier cosa que modifique la cadena puede afectar seriamente a toda la población".
Kubelka concluye que una de las soluciones planteadas a nivel nacional es proteger sus nidos y mejorar los hábitats, algo que asentaría la primera piedra para una conservación a gran escala. Según el académico, si la prioridad es salvar las aves migratorias, hay que colaborar internacionalmente.