Los checos son cada vez más responsables con el sexo
Más responsables, menos infieles y promiscuos. Los checos son cada vez más conscientes en cuanto a las relaciones sexuales. Así lo demuestra un sondeo que se realiza en el país cada cinco años desde 1993.
Los checos son cada vez más fieles a su pareja. Por lo menos, así lo presentan los autores de un sondeo que estudia el comportamiento sexual de los checos durante los últimos 15 años.
En la última encuesta realizada a fines del año pasado, el 55 por ciento de los varones y el 34 por ciento de las mujeres reconocieron haber sido infieles en alguna ocasión a su pareja estable. Hace 15 años, las cifras fueron de un 70 y un 50 por ciento, respectivamente.
Las checas son también mucho más responsables en cuanto a la protección contra el embarazo no deseado, afirma el sexólogo Petr Weiss, uno de los autores del estudio.
“Aumenta el consumo de la píldora a nivel mundial, lo que se refleja en el decreciente número de abortos artificiales. En la República Checa, su número disminuyó un 75 por ciento en los últimos 20 años, gracias al uso de este método anticonceptivo”, destaca Weiss.
Mientras la opinión general considera que los jóvenes checos practican el sexo cada vez a edades más tempranas, esto es un mito. Según el estudio, los checos comienzan su vida sexual en promedio a los 18 años. Y, lo que es más importante, casi la mitad de ellos usa algún método anticonceptivo durante su primera experiencia sexual.
Los expertos hablan de una contrarrevolución sexual. Sostienen que la última generación de los checos, surgida después de la Revolución de Terciopelo, de 1989, es mucho más responsable y conservadora en su comportamiento sexual que la de sus padres.
Quizás esto se debe a que los jóvenes de hoy tienen más oportunidades para llevar a cabo sus deseos y sueños, lo que les permite conservar ideales, o simplemente quieren diferenciarse de sus padres, opinan los especialistas.
El sondeo también ha demostrado que los checos están entre las naciones más liberales del mundo en cuestiones sexuales. Sólo una tercera parte de ellos juzga mal la infidelidad, la mayoría apoyan el uso de los anticonceptivos y reconocen el derecho de la mujer al aborto, y más de un 60 por ciento consideran la homosexualidad como algo natural.