Los checos siguen oponiéndose al euro
Casi tres cuartos de la población checa se muestra en contra de la adopción de la moneda común. Se trata de la mayor tasa de rechazo de todos los países europeos.
En este sentido, Chequia encabeza la lista de los países donde se registra la mayor impopularidad del euro. La percepción de los checos ha cambiado de manera drástica durante los últimos 13 años.
Mientras que en 2005 el 63% de la población estaba a favor del euro, y todavía en 2009 fue la opción preferida por más de la mitad de los checos, hoy en día el porcentaje sobrepasa por poco un 20%.
A pesar de la evidente impopularidad del euro, Vladimír Dlouhý, presidente de la Cámara Económica Checa sostiene que Chequia cumple con las condiciones para aumentar el club de los países con la moneda común.
“Si hubiera habido voluntad de nuestra parte y de la parte de la Eurozona, podríamos pagar con el euro mañana. Cumplimos con los criterios especificados en el Tratado de Maastricht. O sea, la adopción no nos causaría mayores dificultades”.Pese a que los checos, en general, prefieren seguir utilizando la moneda local, el euro es visto como bastante estable y confiable, lo que se demuestra sobre todo en la época de vacaciones, explica Miroslav Zámečník, analista financiero de la Asociación Bancaria Checa.
“Algo que demuestra la confianza en el euro es que los checos cuando regresan de vacaciones y les sobran euros, no los cambian, los guardan. Eso quiere decir que la idea de la estabilidad es bastante común”.
Según los sondeos, una mitad de la población considera el euro como una moneda estable. Sin embargo, solo un 2% o 3% de los hogares dispone de ahorros en euros. En lo que se refiere a las empresas, se trata de un 20%.
Según los analistas, las razones de la impopularidad tienen que ver con el incumplimiento de las promesas iniciales que acompañaban la creación de la moneda europea. A pesar de que esta ayudó a la mayor cooperación entre los países, no se mostró lo suficiente resistente a las crisis económicas provenientes del exterior. Otros especialistas sostienen, que en realidad no es que los checos estén en contra del euro, sino solamente no lo consideran importante, porque por ejemplo los lazos económicos entre Chequia y Alemania son mucho más fuertes en comparación con algunos de los países de la Eurozona.