Los checos se preparan para la Navidad con sus galletas de jengibre
Las tradiciones culinarias que preceden o acompañan las fiestas de la Navidad en Chequia serán el tema de una serie en Radio Praga durante este mes de diciembre. En este episodio nos centraremos en uno de los dulces más típicos de la Navidad checa: las galletas de jengibre.
La Navidad checa no sería la misma sin sus tradicionales galletas de jengibre. Este dulce es uno de los más populares en los mercadillos navideños de la República Checa. De la elaboración de las galletas de jengibre tenemos ya constancia en una crónica de la ciudad de Turnov de 1335.
Los turistas las aman, y es posible encontrarlas con las más variadas formas y tamaños, aunque las más típicas son las que tienen forma de casa, de muñeco y de corazón.
En Radio Praga visitamos el paraíso de las galletas de jengibre, el Museo Gingerbread, que se encuentra en la calle Nerudova, muy cerca del Castillo de Praga. Por sus paredes y sus estanterías se pueden observar galletitas con diferentes formas.
El dueño del museo, Milan Gojda, nos cuenta un poco más acerca de este lugar.
“En esta calle vivía una de las más famosas horneadoras de galletas de jengibre, nosotros intentamos continuar con su legado. Entonces aquí queríamos construir un lugar con espíritu navideño tanto para los locales como para los turistas. Pero también queríamos recordar los trabajos manuales“.
Este curioso elemento de la gastronomía navideña checa tiene, por supuesto, su propia receta. Aunque cada maestro tiene sus trucos.
“Lo más importante en nuestra receta es la miel y una combinación de especias. A partir de estos ingrendientes, decidimos qué sabor y qué aroma tendrá nuestro dulce. Hoy en día es díficil conseguir un sabor que satisfaga a todos. La vieja generación prefiere una mezcla de especias donde predominen el anís y el clavo“.
En Internet es posible encontrar decenas de recetas diferentes, pero en el Museo Gingerbread su preferida es una que incluye nueve tipos de especias, donde destacan especialmente el cardamomo, el anís, la canela y la badiana.
En cualquier caso, el primer paso para hacer galletas de jengibre es preparar la masa, amasarla y dejarla idealmente 12 horas reposando en un lugar fresco. Más tarde se añaden las especias y con ayuda de unos moldes cada uno puede crear sus formas preferidas. Ahora en Navidad están especialmente solicitadas las galletas con forma de ángel.
Cuando ya están moldeadas, las galletas se introducen en el horno a 170 ºC durante 10 minutos. El último paso es decorar nuestras galletas de jengibre. En el Museo Gingerbread, la decoración corre a cargo de la gerente, Hana Jansíková, que nos cuenta un poco más sobre esta tarea.
“Yo las decoro según cómo me sienta en ese momento. Y el 90% del tiempo estoy de buen humor, entonces son coloridas y alegres. Para la decoración utilizamos algunos tipos de azúcar y clara de huevo batida, es la forma más rápida”.
Es fascinante como dos galletas de jengibre con la misma forma pueden tener sus detalles particulares que las hacen únicas. Y lo mejor es que en el Museo Gingerbread los visitantes pueden decorar sus propias galletas a su gusto, y así vivir una experiencia más cercana sobre la producción tradicional de este dulce navideño.
Y no solo se producen en la República Checa. Aunque aquí la receta tiene sus particularidades, las galletas de jengibre también tienen especial importancia en la Navidad de otros países de Centroeuropa, es el caso de Austria, Alemania y Suiza.
Si alguna vez pasan la Navidad en Praga, ya saben que los mercadillos navideños son una visita obligada si quieren probar las galletas de jengibre.
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