Los checos comen mejor que antes pero consumen más alcohol y cigarrillos
El esmog cubre gran parte de Chequia; a la Policía checa le esperan nuevos recortes; a 22 años de la Revolución de Terciopelo, los checos se alimentan mejor pero consumen más bebidas alcohólicas y cigarrillos; la selección nacional de fútbol se clasificó para la Eurocopa 2012. Estos son algunos de los temas abordados por la prensa checa este miércoles.
La peor situación se registra en Moravia-Silesia, Bohemia Central y Ústí nad Labem, sostiene Lidové Noviny. En estas regiones, a las partículas sólidas de polvo en el aire se les unen sustancias cancerígenas que emanan de las fábricas y que se mantienen en las capas más bajas de la atmósfera, por su mayor densidad.
Mientras tanto, en Bohemia del Sur el esmog no es tan denso y contiene menos componentes nocivos que en otras partes del país. Mayormente se trata de exhalaciones producidas por la circulación de vehículos y la calefacción con utilización de materias inadecuadas para la quema en algunos hogares, indica el periódico.
Kubice quiere reducir por ello el número de los cargos de dirección en la Policía y, además, bajar los gastos de agua, electricidad y teléfono en todas las Comisarías. Asimismo serán cancelados varios centros de capacitación y talleres de automóviles policiales y se reducirá el parque de coches de servicio, escribe Hospodářské Noviny.
Právo se ocupa de la problemática de la violencia doméstica, desde el punto de vista económico. El rotativo se basa en los resultados de un reciente estudio del centro ROSA, según el cual la violencia doméstica causa profundos traumas psíquicos a decenas de personas, además que anualmente se lleva millones de euros.
En los gastos empleados en la lucha contra la violencia doméstica se incluyen las intervenciones de emergencia de la Policía y la asistencia médica a las personas que sufrieron algún maltrato.
A ello se suman además las pérdidas de los empleadores, en caso de que las heridas de la víctima del maltrato le hayan impedido asistir al trabajo, los gastos por el eventual divorcio, o por el alojamiento de la persona afectada en un centro de asilo, explica Právo.
Según el diario, en cuanto a la alimentación, en Chequia hubo cambios muy positivos en las últimas dos décadas. Los checos se acostumbraron a consumir más verduras y frutas y menos grasas.
Pero mientras que antes de 1989 cada checo se fumaba en promedio 1.776 cigarrillos al año, actualmente se fuma más de 2.000, a pesar de la vigencia de la Ley antitabaco que prohíbe fumar en las instituciones públicas, en las paradas del transporte colectivo y en algunos restaurantes.
Al mismo tiempo, los sueldos son mucho más altos que antes, por lo que los ciudadanos pueden permitirse adquirir más cosas y viajar más al extranjero, indica Mladá Fronta Dnes.
