Los checos cabildean por su cerveza en la UE
La Unión Europea quiere que se reduzca el consumo de energía de las empresas industriales. Los fabricantes de cerveza checos temen que la medida afecte también a la producción de esa bebida.
Las cerveceras en este país consumen en el proceso de fabricación un quinto de energía más que las del exterior y el consumo energético de las pequeñas fábricas de cerveza checas es todavía superior. Para satisfacer los requisitos de la UE, los fabricantes de cerveza checos tendrían que realizar grandes inversiones o cambiar por completo el proceso de fabricación, lo que significaría la pérdida de las características peculiares de la cerveza checa.
Por ello, la mayoría de las cerveceras en la República Checa formaron una asociación que presentó a la UE una solicitud para que a la cerveza nacional le sea concedida una denominación de origen protegida. La asociación argumenta que la cerveza fabricada "a la checa" es una bebida completamente diferente a la fabricada en otros países, dadas sus materias primas y las tecnologías específicas empleadas en el proceso de cocción.
Si la UE acepta la denominación "Cerveza checa" que incluye también el procedimiento de su fabricación, las cerveceras podrán continuar en la fabricación, a pesar de ser más costosa, sin correr riesgo de sanciones.
"No existe motivo por el que la denominación 'Cerveza checa' no sea autorizada por la UE, puesto que ya fue aceptada, por ejemplo, la denominación 'Cerveza bávara'". Así comentó al respecto Karel Kosar, director del Instituto de Investigación Cervecera y Maltera. Los requisitos de la UE relativos a la fabricación en empresas industriales deberán ser cumplidos antes de octubre del año 2007.