Los aeropuertos regionales checos no reciben el verano con tanta esperanza como en Praga
El aeropuerto de Praga espera que este verano ayude a compensar las pérdidas ocasionadas por la pandemia de coronavirus. Una situación que parece más complicada para aeropuertos menores en el país.
La crisis provocada por el coronavirus hizo que el turismo en Chequia bajase más de un 90 %, una situación que notaron especialmente las compañías aéreas y los aeropuertos. Aunque Praga tampoco salió bien parada, su estatus de capital le permitió mantener algo más de tráfico aéreo que otras ciudades.
No fue el caso de aeropuertos más pequeños como el de Brno, que perdió casi todas sus conexiones con el extranjero y registró pérdidas por valor de más de un millón de euros.
El verano, a punto de comenzar, trae esperanzas al sector turístico por la apertura y la eliminación de restricciones que estamos pudiendo observar. Sin embargo, aeropuertos como el de Brno miran el futuro todavía con incertidumbre. Aunque su conexión con Londres volvió a ponerse en marcha este mes de junio, todavía no se sabe qué pasará con otras líneas.
Incluso la conexión Brno-Londres no comienza tan bien como se esperaba. Los planes de volar entre estas ciudades cuatro días a la semana han tenido que quedarse en dos días a la semana por el momento, ya que el interés de los viajeros no es tan alto. Ese ritmo podrá alcanzarse probablemente a mediados de julio, cuando también se reanudará la línea Brno-Bérgamo.
Curiosamente, un aeropuerto como este tan afectado por la pandemia hizo en el año 2019, justo antes del coronavirus, su año récord. Hasta 500 000 pasajeros pasaron por las terminales de Brno dicho año, muy lejos de las 86 000 que estuvieron en 2020.
Además de los destinos mencionados, julio podría ver la reanudación de vuelos a Egipto, Bulgaria y Grecia desde Brno, ya que tradicionalmente era un aeropuerto muy utilizado por los checos para las vacaciones de verano.