Los abortos a extranjeras, un tema controvertido en Chequia
El tema de los abortos a extranjeras en hospitales de la República Checa causa una gran polémica en el país. Mientras que el Ministerio de Salud insiste en que en el caso de las mujeres de países de la Unión Europea la interrupción voluntaria del embarazo es posible, lo que se desprende supuestamente de los acuerdos comunitarios, el Colegio de Médicos objeta que los profesionales locales no están facultados para ello y que podrían ser sancionados.
El Ministerio de Salud recalca que la prohibición es válida para las mujeres de países fuera de la Unión Europea con residencia temporal, según recalca Radek Policar, vice ministro de esa cartera para la Legislación.
”La legislación checa prohíbe abortos a extranjeras que están en territorio checo de forma temporal, pero esto no vale para las ciudadanas de países de la Unión Europea. El acuerdo sobre el funcionamiento de la UE garantiza los mismos derechos a todos los ciudadanos comunitarios. Las ciudadanas de los países miembros no necesitan por tanto un permiso especial para su estancia en Chequia y, en el caso de los abortos también tienen los mismos derechos que las checas. Se trata de una excepción a la ley de abortos”.El Colegio de Médicos, en cambio, considera que los hospitales nacionales deberían rechazar a todas las extranjeras que lleguen a este país con el fin de pedir ayuda para abortar. Según Michal Sojka, portavoz de esa organización profesional, los especialistas que hagan esa intervención corren peligro de ser sancionados.
”El Colegio de Médicos respalda la opinión de sus abogados y a los ginecólogos y establecimientos médicos en Chequia no les recomienda en absoluto hacer abortos a extranjeras. En caso de hacerlo, podrían ser condenados a uno y hasta cinco años de prisión, o les podría ser prohibido ejercer su profesión”.La interrupción voluntaria del embarazo a extranjeras es un tema discutido en toda la Unión Europea. Hasta el presente no existe una directiva comunitaria que armonice la postura frente a esta problemática. Esto se debe justamente a que los países miembros no coinciden respecto al aborto como tal, y en algunos, como Irlanda y Polonia, éste es ilegal, con ciertas excepciones determinadas estrictamente por ley.